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- 24 - oprobios se bolvío con todo secreto a su habitaciou, dexando confusos e imaginatiV a los de la Costa. Pero si bien es verdad que no alcanzo mas razón en este punto, y parece ni cuento que historia, con todo eso no le parecio assi a un vecino de Caracas llamado Capitan Juan de Ochoa, el qual, por las noticias que tenia de dicho tesoro, tomó a expensas el descubrimiento, y precediendo pactos y assiento con un Governado aquellas Costas previno su viage, y estando ya dispuesto para ello con la gente d sequito, le descompusieron sus emulos con el Governador de la tierra, quien le man retirar a su casa, y por este medio se embaraço el viage y cesso por entonces la einpn del tesoro. Mas esta puede tener cada día mas facilidad, respecto de estar la entrada la tierra en paz y sossiego. Y aunque la tradicion de este tesoro no sea cierta (aunque la afirman muchos los habitadores de Caracas y Cumana) con todó eso lo es que en el territorio de ( mana (que llaman las espaldas de Paría) y en otras partes de aquellas dilatadas P vincias se han reconocido muchas señales de oro de que no hazen aprecio los natura Indios. 'CAPÍTULO CUARTO QUE TRATA DEL MODO Y MANERA DE ATRAER A LOS INDIOS, Y SE REFtEREN VARIOS NOTABLES Pero dexando ya de hablar de materiales tesoros, bolveré, Excelentissímose a tratar de los espirituales, que son los que nosotros buscaiios entre aquellos aspezi y empinados montes, esto es la conversion de las almas de vos barbaros tan crue. e inhumanos a quienes va labrando y perfecionando la palabra del Evangelio, y de lob fieros los ha vuelto mansos corderos en tanto grado que quand.o salen algunos de nu tros Religiosos a buscar por los montes almas para el Cielo, los van acompañando Ii Indios nuevamente convertidos y con mucho amor y agassajo les buscan las sendas abren camino para que sigan su viage, ayudando de su parte todo lo que les es posib para que se prodique y conviertan los Infieles. Y aunque en otros tiempos se padecían en estos viages innumerables trabajos s mas fruto que el de padecer por Dios y dexar de su Divina Magestad alguna mal recil da nóticia en aquellos montes ya oy (mejorados los tiempos) rinde la semilla de su S grado Evangelio saçonados frutos de Almas y se consiguen los viages con mucha faci dad convirtiendose en cada uno, ya setenta almas, ya ciento, ya doscientas. Los qua] Indios dexan voluntariamente sus habitaciones, frutos y sementeras, y se vienen en guimiento del Religioso que en nombre del Divino Pastor los llama y combida para Cena grande de la Gloria. Y es cosa de singularissimo consuelo traerlos assi a manadas para Dios, cor experimentó vno de nuestros Religiosos el año passado de 1665, víspera de nuestro rauco Padre San Francisco, que le vinieron siguiendo desde las montañas, hasta lIe a vna de nuestras poblaciones cincuenta Indios, a los quales y a los demas que de e; modo nos buscan y solicitan los repartimos en vno de dos modos: u depositandolos territorio para que formen muchas Poblaciones (los quales, en el interin que hazen sas, cultivan la tierra y cogen sus frutos &c. no dexan de padecer algunos trabajos e comodidades) o agregandolos a los Indios que ya en lugares poblados tenemos redo dos, y estos se ha dispuesto que a toque de caxas y de otros instrumentos los salga; recibir con mucho regocijo y fiesta, imitando en ello al recibimiento del hijo Prodi Y a causa de haver hallado en aquellas provincias tantos hijos prodigos, dracma ovejas perdidas, todo es gozo, jubilo y alegría, y todo es darles y pedirles que se i den los parabienes y con el mejor vanquete que aquellas tierras permiten son recibo estos huespedes y regalados, y hasta que tienen casas propias y mantenimientos sustentan a su costa los ya convertidos y los hospedan en sus casas a persuasion los Religiosos y les ayudan a fabricar sus casas, labrar sus tierras y coger sus frutom por este medio se facilita cada día el venirse otros muchos Infieles a reducir y a un¡ con el denlas rebaño de las ovejas de Cristo.

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