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- 22 - cultades, sacando su lengua en forma de Arte, siendo de las mas dificultosas que tíci» el Mundo y tanto por esto corno por la brevedad de tiempo en que se saco en esta forma fue tenida de muchos la obra por milagrosa. A mas de este libro se sacó otro de Sermones varios en la misma lengua, qn predicados en ello se va experimentando notable fruto y esto se pudo reconocer bas tantemente, especialmente en vna ocasion que predicando un Religioso a vn copios numero de Infieles Barbaros sobre la inmortalidad del Alma y Gloria eterna de el CieI acabado el Sermon comenzaron muchos de ellos a alabar a Dios nuestro Señor, dizicdi en su lengua a vozes: O Dios grande! O Dios bueno! Y esto con demostraciones bingo lares de regocijo, y no menor gozo de los Religiosos, que oyendoles las primera alabanzas que avian dado en toda su vida a su Criador, vertian lagrimas de alegría,,, gozo. CAPÍTULO TERCERO QUE TRATA DE LOS GRANDES PROVECHOS Y CONVENIENCIAS QUE RESUhTAN DE LAS MJS1ON DE LOS PADRES CAPUChINOS, SOBRE TODO, CON LA PACIFICACIÓN Y EVAIOEI.IZACIÓN DE L FIEROS, T15IRIBLES Y BELICOSOS CARIBES; Y SE AÑADEN OTRAS NOTICIAS 'DE LOS «RISCOS CANTERA DE ORO FINO» De lo dicho hasta aqui se han seguido otros muchos frutos en servieío del Crii dor del Vniverso, y los comunes son: El primero que los infieles que habitan en Provincias mas remotas a nuestra Mission y han tenido noticia (le nuestros ReligiosQ no pudiendo por esta y otras causas uenir facilmente a poblarse y vivir entre los que `3 tienen Obreros para su enseñanza, los estan pidiendo afectuosamente para sus tierras Provincias, lo qual no se les ha podido conceder por estar ya todos los de la Miss¡( ocupados en las Poblaciones de los nuevamente convertidos, y no ayer otros Ministu de el Evangelio que poderles remitir. El segundo fruto es el de los Indios que han muerto ya hechos christíanos, qi por todos serán hasta mil personas, y la mayor parte de ellos han sido de niños y mi chachos, conque el fruto, por ser inocentes, ha sido mas seguro para el Cielo. Tambien se han seguido al Imperio y Monarquía (le España no pocas ni peque5 conveniencias temporales. La primera es ayer assentado y conseguido de aquellos Ba baros belicosos, a persuassion de los Religiosos Capuchinos de nuestra Mission no so la paz y amistad con los Españoles, sino rendidose tambien a la obediencia y vassalla; de el Rey Catolico nuestro señor, cuya funcion han hecho los principales Cazíques aquellas Naciones en presencia de sus Governadores Ve ha tenido y tiene en Cuman de que son abonados testigos Don Juan de Viezma y Carvajal, que al presente assis en España, y Don Juan Bravo de Acuña, Governador actual de dicha provincia de C mana, los quales y otros muchos Ministros Reales recibieron (en nombre de su Mag tad) la paz y obediéneia de los Caciques de aquellas Naciones. Y assimisnio la han dado los Indios Caribes que hasta entonces no dexaban vi] en aquellas costas a los Españoles, persiguiendolos por mar y tierra, degollando los q- podían coger, assandolos y comiendo sus carnes, ceion conseguida milagrosamen por nuestros Missioneros, no sin grande admiración, assi de los Españoles que viven aquellas provincias, como taxnbien de los mismos Caribes, que hasta entonces no avi imaginado tal cosa. Y es esto tan ponderable que uno de ellos. Cacique de buen ente dimíento y de gallarda presencia, dixo al tiempo de dar la obediencia las siguientes i zones: Esto se debe de querer ya acabar, pues recibimos con tanto gusto a Los P dres en nuestras propias tierras y damoá la paz y obediencia a nuestros antíflu enernifloS los Españoles. La ceremonia con que los Caribes celebran el acto de obediencia y pazes en pi sencia de los Ministros Reales y de nuestros Religiosos, es hazer pedazos un arco y f rhas, que son las armas ordinarias de aquellos Barbaros, y haziendo vn hoyo en ¡erra las entierran en el, diziendo: Ya queda la guerra sepultada para con los cap soles, y la paz queda sobre la tierra. Han guardado tan fielmente esta amistad q

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