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- 150 - mas convenientes determine y cuente hasta con la misma Persona del Prefecto se la tiene ofrecida. En quanto á entregar para este nuevo prolecto algunas de nuestras Missíon Ilustrisírno Diocesano, tambien está muy prompio y concurrirá á ello con todas.1 cultades y providencias que su oficio le permitan; pero suplica á V. S que para eL. to, se digne tener piesentes las Reales Cedulas expedidás sobre este asumpto; los en que se fundaron, las propuestas por su Antecesor para entregarse, las mucha despues de entregadas se han perdido, ci estado en que se entregó la vitíma que f de San Francisco Xavier de Agua de Culebras, aun con bayer Real orden en contra el actual que tiene con la fuga de todos los mas de sus Indios. Y vitimarnente la' Cedula obtenida por las Míssiones Capuchinas de Cumaná, para que se les debuda á estas conforme fueren vacando, todas las antecedentemente entregadas al ordinaT1 causa de la perdicion que se nota en ellas; como el que continuasen en su admín1 cion los mismos Míssíoneros con el cargo y estipendio, que los dernas Curas Doc ros; sin que obste la inopia, que allí se experimenta de Sacerdotes Clerigos; p. este Obispado, aun con hauer muchos mas, son pocos los que, ni aun con ci Tít ordenarse, quícren. oponerse Ó. Curatos pobres; en cuyo rango se deben consíder' de nuestras Míssiones; y mas con el exemplar de lá de San Francisco Xavíer, la consideraba rica por la Hcaienda de cacao, que con especial Real orden plantó e para mantener los Indios su Fundador Fray Marcelino de San Vicente, y desp,' haucria disfrutado los que no la, trabajaron, casi la han dejado perder, corno la Mí en la mayor parte. La perdicion experimentada en cerca de treinta Pueblos, despuesde entregØ al Ordinario por estas Nlissiones, como los atrasos 6 dirninucion de que V. S. ,p, estar informado, se experimentan en algunas de ellas; no es ni ha podido ser etill. en sus Missioneros, si en la cornun inconstancia de los Indios y amor que como conservan á los Montes huiendose con frequencia á ellos, aun despucs de MUC1,105, 1 de poblados y doctrinados; como tambíen el distinto esencial transito y tratamj, que .encuentran estos pobres entre vn Missionero Capuchino que les da quanto ad re y tiene, por el amor que engendra hauerlos criado; y un elenco secular en el qj concurren estas circunstancias, fuera de que las viciosas costumbres de los Indio', mor muchas veces al castigo de ellas, natural repugnancia que tienen en sujetf doctrina, racionalidad y política, el menos trabajo conque se mantienen en los d tos Montes; abundantes Rios y Lagunas (le pescados, cazerias, míeles, frutas, y, silvestres para sus comidas y bebidas; corno el dilatado margen que les ofrece lo. y despoblado de la Provincia; son causas de que assi se experimente; y en ella i. tiene V. S. la mas evidente prueba con las muchas gentes que viven despob1a ella, sin Pasto Espiritual alguno; y en el conocido fin de huir de las Justicias y .d nas para executar sus maldades con menos sustos, testigos y mas libertad: cuya ría experiencia, aun en los Pueblos de otra naturaleza que los de nuestras Míssíon experimenta cada día, segun se notan deteriorados y disminuidos muchos de e principalmente los de los Indios; y de lo que claramente puede inferirse ser la culpa estos y no de los Míssíoneros; quienés procuran conservar las Missiones de su e. con el reemplazo sucesivo de los Indios que en ellas se haze; ya de los nuevarn conquistados, y la de los dispersos; como para no exponer el zelo Apostolico, trab y fatigas personales á tan considerables, lastimosas, experimentadas perdidas. As han expuesto muchas veces á S. M. con Instrumentos Justificativos en su Real y Su mo Consejo de estas Indias, de quien han merecido la aprobacion de su conducta, tisfaccion y gracias, que constan de muchas Reales Cedulas, príncipalmente por el sinteres y menos costo á su Real erario, con que le han servido y sirven estas sioneS. V. S. en vista y consideracion de todo lo aquí expuesto informará á S. M. lo mas convenga á su Real servicio; y principalmente al de Dios en el de. la salvacio; tantas pobres perdidas Almas, que aun restan por conquistar y reducir á nuestra S Fee en los muchos Montes y dilatados Llanos (le esta Provincia; con el seguro de el principal premio corre por cuenta de Jesu-Christo nuestro Redeiñptor, aseguradi sus infalibles promesas; y por la del Rey nuestro Señor (que Dios guarde) el mere( que V. S. con tantos executoriados meritos se tiene grangeado. En vno y otro se ii

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