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127 - ttanes, sus Gentes y naciones, que se nos han presenttado en San. Carlos, del Río Ne- gro y de las Iglesias consttruidas, cassas de Religiosos en las dos fundaciones nuevas que el fervor acttiuidady cariño de los Indios fabricó, haulendo Gasttado en la de San Carlos solo, cinquentta y dos días, teniendo empleados hastta doscieattos Indios en estta fabrica y con igual pronttittud, concluiemon las deinas. No puedo menos de hacer altio para dar gracias á Dios, en ver ó por mejor decir admirar el celo y emulacion con- que 6sttos Indios trauajaban en la cassa de Dios, dejando traslucirsee enttre la densa niebla de su Genttilidad los claros visos de la Providencia del Omnipotente con los que le euxiliaua, al rnistno tiempo que 6 nosottros, como que nos rnandaua y esttimulaha con tales prodigios, no perder ni vn insttantte en el aprovechamiento y redudon de es- ttas Almas. No me hizo menor eco el respectto y gustto con que oían el nombre de nuesttro Soberano, que no contribuio poco á esttas prontas fabricas y al desttíerro to- ttai de sus barbaros abusos, pues no me seruia para ello de mas razones y persuacion, que el decirles quando hacían algunas cosas de esttas: Mirad que cstto es conttra lo que manda nuestro Rey Don Carlos tercero. Se les quedaua tan fixo en la memoria, que no tube que reprehenderlo segunda vez. Enttre algunas pregunttas que me hizieron, fue vna la del Capitian llamado Cacuvi hombre respettado por su valor y adornado de vna politica y vibeza no barbara, clírígiendose 6 sauer, quantas mugeres tenía nuesttro Rey? Respondile que vna, pues el tratto con muchas era prohiuido en nuesttra sagrada Religion. Estto solo vasttó para que diese de mano á las que el tenia, quedanciose solo con vea, siguieron su exemplo todos los demas Capitanes, lo que me hizo dar de nue- vo repetticias gracias 6 nuestro Dios, pues sin vn auxilio extraordinario de ay diuina Pravidencia me parecia imposible se desarraygasen esttas Jenttes con tantta facilidad, de lo que avn 6 los mas christianos y sauíos ha hecho prevaricar. Con la misma facili- dad abolieron el reciuímiento ó saludo de sus Capitanes quando se visittauan que era cuino V. S. lo experimentó vn pequeño eornbatte, en que salían muchos heridos del golpe de la flecha: Como assirnismo la fiestta que llaman de lattigo ó Azotte. Todo es- tto nos da claras pruebas de su docilidad y apttittud (que no deuernos dejar perder) para abrazar el christtianispio. Los pocos soldados que dexo Y. S. á su pmoparttida 6 España se hallan agradecídíssiinos del buen tratto que les han echo en el espacio de cinco años que viben con ellos, Mejor lo dice Juan Mattheo de las Nieves, soldado y compañero de los referidos, quien íendo á cassar con algunos Indios de los que auittan en las cauezeras del Río Negro caió emferrno en estte viaje y se lo licuaron no 6 San Carlos, si 6 su cerca, en donde se ha manttenido ocho meses con ellos curandolo y asisttiendole como 6 vno de ellos mismos hastta que el Sargentto Don Míguel Joseph Comides embió por él y lo despacho 'á Ciudad Real en donde se estta curando y me- dicinando. Experimentté finalmentte mas que nunca su cariño y sencilles de animo el día que me despedí de ellos para venir 6 hablar á V. 5., pues hicieron las mas tiernas demostraciones, llanitos y suplicasqne se pueden inmaginar, avn en los mas dorncstti- cos en la fee, á fin de dettenerme. Juzgando los dejaua para siempre: pero quedaron consolados en algun modo con hauerles dejado, al Padre Fray Phelipe de Malaga, intte- rin yo vbia. Esttablecidas las dos fundaciones dettermírré vajar yo solo por cIRio Negro 6 re- gísttrar y serciorarme, no solo de las forttificaciones que nuesttros vezinos los Portu- gueses poseen en el territtorio que á nuesttro Soberano han vsurpado, corno tambien lo fauorable de esttas tierras. A dísttancía de veinte leguas de San Carlos, enconttré vn Pueblo llamado San Joseph de los Marivittanas, donde tiene S. M. F. vna fortificacion en figura de reductto de quarentta varas de frentte guarnecida de dos cañones de á cua- tiro rnonttados y diez Pedreros con vn Thenientte, vn Alferez, vn Sargentto y veintte y cinco hombres de Guamnicion 'con sus correspondienttes armas y municiones: Me reci- ciuió el Comandantte con mucho agrado y polittica y con la misma franquée para ver ottras quattro ó cinco Poblaciones chicas que tienen hastta Mariba, llanada Villanova de Flarselos disttantte sesentta leguas del primer pueblo ó forttificazíon Aqui reside el Thenientte Coronel Don Joachín Tinoco y Balentte Governador de estta villa y de toda la Jurisdiczion del Río Negro hastta donde desemboca en el Marañon ó Río de Masonas me rrecluió corttesmente y me dijo tenía vajo su mando trescienttos hombres de tropa vettcrana con sus Armas corre spondienttes para la eusttodia del Río Negro y poner los desttaeamenttos que combenga. No puedo menos que adverttir 6 Y. S. el dolor que me

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