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309 en compañia de una Mission nuestra, esta Míssion de Guayana, y haviendo sido conducidos a la Isla de la Trinidad, el Governador, que de ella era Don Pedro de Yarza, viendo que los Pueblos, que haviam-m quitado á los Padres, estaban perdidos. sin doctrina, y los Indios en los montes, exortó al Padre Fray Rayniundo (le Villafranca, Prefecto, que venia nombrado Vara que pusiesse dos Religiosos en ellos, que procurassen atraer los In- dios, que se haviari huido a los montes; y haviendose escusado dicho Pre- feclo, diciendo, que solo venia destinado COfl sus Religiosos para las con- versfones de los Indios -de la Guayana, dich' Gobernador lo estrechó de tal suerte, hasta cerrarle el Puerto, que lo precisó a que quedasaen dos Religiosos administrando los Pueblos de Guayria, y Sabaneta. y en breve tiempo agregaron los Indios, que estaban dispersos en los montes. Estos Autos, diligencias, y exórtos, passaron el año de 1718, y de ella, y con ellos se dió quenta a su Magestad, y al Reverendisjmo Padre Comissario General. 147. Las treinta Familias de Islas, para fomentar las Missiones de Guayana, llegaron este año con una Real Cedula de SLI Magestad, para que los Oficiales de la Ciudad da Santa Fe, en el nuevo Reyno de Grana- da, entregassen cierta cantidad a los Miss ioneros de Guayana, para soco- rro de aquellas nuevas reducciones, y fomento de las treinta Familias de Isleños que haviau ido. Passó a su cobranz• de orden del Prefecto de aquellas Missiones Fr. Mariano de Seba, y al mismo tiempo passó en compañía del Padre Fray Bartholo;ne de Sai Miguel, el Padre Fray Sal- vador de Cadiz, de orden de su Prefecto, a la dicha Ciudad de Santa Fe, para apercibir de sus Oficiales de la Real Hacienda otra cantidad, que su Magestad libraba a estas Missiones de Caracas. Hicieronse de parte de unas, y otras Missiones las diligencias necessarias; y sin embargo de que el señor don Antonio de la Pedrosa, Consejero de Indias, que se hallaba con el Govierno, y Superintend ncia de aquel Raymio por ord en de su Ma- gestad, hizo quauto pudo por socorrer ambas riecessidades, no pudo, por no haver efectos cii las Reales Caxa de Santa Fe, y haver otras urgencias mas precisas, como lo eran el reparo de la: murallas de Cartagena. Y por ultimo, nos despachó sin socorro alguno, despues de caminadas cerca de quatrocientas leguas por tierra desde Ceim'acas; y de la Guayana mayor numero de leguas, por el Orinoco, Tierra, y Otros Rios. El dicho Padre Fray Salvador de Cadiz se bolvio por la Guayana para Caracas en com- pañia del Padre Fray Mariano de Seha, ya! llegar a la Guayana, y saber las familias de Isleños, que no se e iba el soorrj, que su Magestad les havia ofrecido, no es ponderable los extremos, que hicieron de sentimien- to; levamitaronse por, ultimo dichos Isleños, y desamparando la Guayana, por no poderse mantener en aquella desdicha, sin socorro, los mas se vi • nieron por tierra a esta Provincia de Caracas, en donde aun oy se mantie,.

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