BCCCAP00000000000000000000510

esta rovincja) la Divina Providencia, de quien cada dic experimentamos prodigios, y milagros patentes, que fuera prolixo referir, 128. Despues de los trabajos padecidos, en solicitar el avio, y despa- cho de las referidas escoltas, y jornadas, en buscar a los Indios Gentiles, y Apostatas, reducirlos, y sacarlos de los montes, &c. comienzan luego los mayores afanes, Y- angustias que se pueden considerar, para la población, manutencion, y conservacion de ellos; pues se ha de suponer, que estos Indios, assi hombres, como mugeres, salen desnudos de los montes, sin mas alhajas, que sus arcos, y flechas: y la primera diligencia, que se hace, es vestirlos, o lo menos con aquel preciso vestuario, que pide la hones- tidad, cuyo vestido apenas les dura en el cuerpo quatro meses, por la ra- ZOfl ya dicha antecedentemente, de podrirse en breve con el sudor copioso M Pais: luego se le tiene de dar a cada LInO SU hacha, tacis, machete, calabózo, y cuchillo; (que son las precisas herramientas para rozar las montañas, y cultivar las tierras) de suerte, que en solo el vestuario, y he- rramientas para cien Indios, passa en esta tierra de mil pesos de c..sto. Siguese despues, el haver de mantener a estos Indios recien sacados, de carne, maiz, &c. a lo menos año y rndio, (por las razones ya expressadas en el principio, y en el núm. 8, 9 y 10,) dandole a cada uno el Religioso su racion diaria, hasta que ellos puedan mantenerse con su propria industria, la qual como en ellos es tan corta, y su inhabilidad, y floxedad tan. ''nc tural, nos dura de por vida aquesta afan. A esto se sigue el desvelo, yo. bresalio de que no se vayan, y se pierda todo lo trabajado, (corno muy de ordinario acontece, sin poderlo remediar) juntase tambien el atan de haver el Religioso de assistir con ellos a el ti- abajo de ir al mónte, para que coi'- ten las rnadras con que han de hacer sus casas, para ellos mismos vivir, como .. Fbien para cultivar la tierra (porque silos dexa solos el R'eli so, no hacen cosa alguna) y en fin, todo lo que conduc'e a la vida polÍtica, y aun natural, Les rielie (te enseñar el_Religioso, y este tiene de ser el Maes- frp'antas obras son precisas en el Pueblo; ha da ser el Ladrador que Les enseñe a cultivar la tierra; el M iestro, que les hi de — d ir forma para hacer sus casas, &c. el Medico, que Les ,ha de curar en sus enferme- d': el Padre de famiias. que les ha de proveer de quan' ) ie s si: 11 tienen otro recurso: y finalmente, el Parro,-o, que con ciencia, y sufrimiento ies tiene de instruir en los My'sterios de la Fe, ense ñandoles lb trfrihristiana, y explicandjseia Para'que puedan enten- derla._segun sus cortos talentos, y capacidad pudiere alcalizar. Todos estos trabajos,y otros, que omito, tiene el Missionaro 'que padecer muchos años; (o por mejor decir, de por vida) porque como son tan rusticos, y tan 'nhablles los Indios de esta' Provinia, se pa-isan muchos años plier que llegan a h !bilitarse en la vida politica. y sociable; pi es. en una palabra, es necessario primero enseñarlos a ser ho nbres, y racionales.,

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz