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fundacion, y lo que costó a los Missioneros, consta de los Autos sobre ello creados los años de 1725 y 1726. 115. Por causa de las presentes revoluciones de guerra, y estar la gente en arma, 'ara resistir los ataques con que han pretendido los Ingle- ses invadir esta provincia; como tarnbien por los grandes atrassos de ella, y noJier inedios para costear las escoltas, no se hicieron jornadas los dos años antecedentes de 1742 ni el de 1743. Pero sin embargo, en dos ocasiones embió el Prefecto, que a la sazón era Fray Prudencio de Braga, algunas Canoas de Indios, para reducir a otros de su Nacion, y en ambas ocasiones se bólvieron sin fruto alguno. 116. El año de 1742 llegó a estas Missiones el socorro de ocho Reli- giosos Missioneros, con los que se reemplazó la falta de los que havian muerto, pues llegaron a estar cinco Pueblos de Indios Sin Religioso que les administrasse. 117. En este mismo tiempo safió una porción de Indios a la lVlission de Iguana, que administraba el Padre Fray Thomás de Pons (según ellos dixeron) del Orinoco: y haviendo havido entre ellos varias questiones y peleas por ser de diferentes Naciones se determinó, que se separassen, yquedassen los de una Naciori en el Pueblo de iguana, (que es de Guay- quiris) y los otros, que eran de Nación Palenques, se fundassen en otro nuevo Pueblo, como de hecho se fundó el año de 1744 quatro leguas distan te de Iguana, con el titulo del Salvador: fundolo el Padre Fray Miguel de Cadiz, que oy administre uno, y otro Pueblo, por estar ya impossibitado con años, y acccidentes el Padre Fray Thomás de Pons. 118. En atención a que unos, y otros Indios no tienen sujeción, y que la Ciudad de San Sebastian de los Reyes (en cuyo territorio se hallan estas Missiones) está mas de sesenta leguas distante de ellos, y que los Indios en ellas poblados, se van, y se vienen a su advitrio a el Orinoco, y a los montes,quando les pare6e, sin poderse instruir en la Doctrina Christiana, ni adelantar nada en la vida social, y política, pues se con- servan allí en la misma libertad, que en su Gentilismo tenían. ParJ dio de esfo, se pidió atif'I señor Oovernadorde este Proincia, el año de 1743 que en vir!ud de lo que su Magestad tiene mandado en las Orde- nanzas aprobadas por su Real Cedula, despechada en San Lorenzo a 28 de Septiembre 1676 (y está citada en el parragrafo, y numero 27) se Sir- viesse dar su permisso, y despacho, para que en el sitio de Altamira se fun- dasse un Pueblo de Españoles para sujetar estos Indios, y los demás que se reduxessen, y defenderlos de las hostilidades de los Caribes; como al fin se libró el despacho por el Govierno, para que se furidasse dicho Pue- blo, (como se verá por él al folio 63) y haviendose despues mandado sus- pender dicha poblacion de Españoles por el señor Oovernador, entraron el año proximo passado los Soldados de Cumaná, y a vista, ciencia, y

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