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262 de muerto, lo llevaron arrastrando para arrojarlo en el Rio, y havieridol Dios hecho inmovil, no pudieron passar adelante, y se dexaron el cuerp en el monte: y al cabo de tres dias Domingo de Pentecostes, haviendo id de los hatos inmediatos para oír Missa en el Pueblo, lo hallaron desierto y la Iglesia profanada, y salieron tres Indiecitos huertanos, que se havian quedado escondidos, y refirieron lo sucedido. Anduvieron buscando el ca- daver algunas horas para darle sepultura, y no hallandolo, vieron un mal manso, llamado Chigui re, que el Padre difunto havia criado, el queiba y bolvia muchas veces de la Casa al monte; y siguiendo a este animal, los llevó adonde estaba el cadaver, todo despedazado, y traspassado de fle- chas, y lanzas, y corriendo del cuerpo, y sus heridas la sangre tan fresca, y reciente, como silo acabóran de matar, sin el menor assonio, ni señal de corrupcion, solo las barbas, que tenia quemadas a fuego, segun pareció: y cogiendo el cuerpo en una Canoa, lo llevaron Rio arriba a el Pueblo, que doctrinaba el Padre Fray Pedro de Berja, quien le dió en él sepultura. To- do lo referido hasta aqui, y lo que se s'gue, consta de las informaciones, que se hicieron por mandado del Governador, que entonces era de esta, Provincia Don Diego de Mela Maldonado hechas por Julio, y Septiembre del año de 1685, las que están arrimadas a los Autos de la fundacion de la: Villa de San Carlos, y en Testimonio paran en nuestro Archivo. Y fambien consta de otras Informaciones hechas por mandado del señor Marqués del Casal, Govei'nador, y Capitan General de esta Provincia, y se hicieron unas en Caracas, y otras en la Villa de San Carlos, de mandato de dicho señor Goveruador, por los meses de Agosto, y Septiembre de 1690, cuyo Testimonio, autorizado an publica forma, se guarda en nuestro Archivo; y otro Testimonio de estas informaciones, y de otras diligencias, que moti- varon las dos Cedulas, que se sirvió despachar su Magestad en Madrid a 15 de Junio de 1692, y están al folio 10, y 11, tiene de parar en la Secretarla de Indias, o en el Archivo del Reverendo Padre Procurador General de las Missiones: Y conviene tener estos Autos, y su contenido muy presentes: los que no se remiten de nuevo aora, porque no hay medios para pagar su compulsa, pues el uno tiene 240, fojas, y el otro 349. 22. En este mismo tiempo, haviendosele huído al Padre Fr. Pedro de Berja muchos de los Indios, que tenia reducidos, solicitó el hacer otra en- trada, que hizo apostolicanienle con solos qualro indios Lenguarazes, o Interpretes; y haviendo dado con (mas de sesenta Canoas, en las que ha- bria cerca de mil Indios, le-quisieron matar, y Dios lo libró milagrosamen- te, y consigió el reducirlos, y traerlos a poblar a Cierras altas del Pao; y despues de haver gastado con ellos mucho en su rnanutencion, se le fueron huyendo poco a poco en parcialidades, perdiendose todo cuanto havia tra- bajado.