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175 ron deste valle de lagrimas, para gozar del eterno descanso de la gloria, como lo espero, siete delios en brehe tiempo, quatro de los nuevos, y tres de los que vinieron de Cai'acas. Los otros quatro, fué Dios servido, que convaleciesen, para poder assistir a los Indios nuevamente poblados, y bautizados. 6. De essos quatro, los dos quedaron en dicha Poblacion, y el Padre Fr. Pablo de Orihuela con Fr. Mauro de Cintruénigo, viendose tan faltos de Operarios, y en sitio de su Naturaleza tan mal sano, vinieron a Espa- ña a dar quenla a su Magestad y al Conssejo de todo, adonde llegaron a vlrimos del año de 1697. Assi mismo informó entonces a su Magestad la ciudad del Maracaybo: y en virtud del informe de vnos, y otros decretó su Magestad el año de 1699. Que el Pueblo del Río de la Acha, sino quena seguir a los Religiosos a otro sitio que se le señalava (que era mejor, y sano) se quedase donde estava, y al cargo del Obispo de aquella Dioce- ssis, y que esse pussiese en el vn sacerdote, ciandole todo lo necessario. Y assi mismo, que la Mission se trasladase al sitio del Maracaybo: a la qua¡ concedió la junisdicion de la Provincia de Menda, y de la Grita, y Valle de los MaqUaes: sitihs todos muy fertiles, y saludables, y de inume- ra—SFe este orden, se partió Fr. Mauro con las Cedulas Reales que le mandó dar el Conssejo, y se embarcó en Cadiz el día 17 de Julio de dicho año; y luego que llegó a Indias, trasladó la Mission del Río de la Acha al Valle de los Maqüaes, y sucedió lo que despues veremos. 7. Desde aquf empezaron nuevas y extravagantes tribulaciones, para que se vea quanfas, y quales son, las que padecen por todas partes los Missionarios, a cuyo ministerio estan vinculadas todas las especies de trabajos, por mar, y por tierra. Sucedió, pues, que en el interiu, que passó a Indias Fr. Mauro, y hizo dicha ti-aslacion, previno compañeros para di- cha Mission el Padre Fr, Pablo de Om'ihucla, Prefecto della (que avía tra- baxado hasta entonces, en la converssion de los Indios infieles mas de veynte años) con animo de embarcarse con ellosen los primeros Galeones, juzgando que saldniari con hrebedad. Pero por varios accidentes que ocu- rrieron, no Pudieron conseguir embarcacion en dos años: a cuya causa, para aprovechar el tiempo fructuosamente, y servir o Dios y a sus proxi- mos, hicieron varias, y muy vtiles Missiones por los Reynos de Andalu- cia. Los Padres que acompañaron a dicho Prefecto, fueron los siguientes: El Padre Fr. Lorenzo de Alopuços a quien se lo llevó para si, fatigado del trabajo que tubo en dichas Misssiones: el Padre Fr. Josef de Soria: el Pa- dre Fr. Ambrossio de Belgida: y el Padre Fr. Antonio de Ferramunda. 8. Al fin de los dos años de detención, tubieron los quatro Padres ocassion de embarcacion, y se embarcaron en el Puerto de San Lucar de Barrameda, en un Navío de aviaso, que hacia viage a Cartagena. Pero como dicho Puerto es playa, y peligrosa su vara empezaron a experimen-