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169 vir cerca, sabían de cierto, que los andaban a buscar para destruirlos, y acabar con ellos. Todo esto era assi verdad, y el temor crecía mas cada día; porque al motivo de la enemiga antigua, se avia allegado el de saber, que se avían bajado al Valle para poblarse, y hacerse Christianos, y para vivir, y converssar con los Blancos, 4. Tardóse en estas diligencias, desde Abril hasta fines de Agosto de dicho año de 1694, en cuyo tiempo padecieron casos Padres muchas fatigas y trabajos. Pero porque no se les malográse tan ventajoso fruto, y reco- nociendo por otra parte, que el temor de los Indios era grave, y muy fun- dado, entraron en acuerdo, para discurrir el medio mas conveniente, para aplacar los animos opuestos - d e las dos Nad n oer estaÑer entre ellas vna firme_paz, y segura amistad. Comunicaron Dios en la oración esre negocio, pidietidole luz, y acierto para su mejor execucion: y en fin determinaron que fuese uno de los tres a una legacía, y que los otros dos se quedasen con los Indios, prosiguiendo la nueva Poblacion. Bien cono- cieron todos tres ser muy ardua y peligrosa la empressa; pero acordando~ se de su Ministerio Apostolico,_vinculado siempre a continuos trabajos, y a peligros de la muerte, y de la excelenTa caiTdi de Christo nio Maestro, y de las palabras que dixo a sus Discípulos, quando los embio a predicar su Euangelio por el mundo: Id, y mirad que yo os embio, como corderos entre los Lobos: ¡te, ecce ego niitto vos sicut_agnos ínter lupos: (Luc.cap, 10. y. 3.) Todos tres se ofrecieron execOtarla, manifestando cada vno la promptilud de su animo, y haciendo desde luego sacrificio a Dios de su voluntad, y resignandola con humilde rendimiento en sus manos, y en las de los compañeros, Al Margen.=Vida y Marti r io de Fr. Gregorio de lb¡. Lego. Texto=. Viendo ya ser precisso esse medio, pues naturalmente no se descubría otro, para conserbar tantas almas reducidas y desseosas del Bautismo y vrgiendo por otra parte la necessidad, y el peligro, acordaron entre sí, el echar suertes por tres vezes, para que aquel a quien mas vezes le tocase, se entendiese ser elegido para dicha leg'acía. Tocóle en fin la suerte todas tres veces a Fr. Gregorio de lb¡, y dI la aceptó con suma ale- gría, como embiado de la mano de Dios, y le dio por ello las gracias. Prevínose con los Santos Sacramentos, y tomó la bendición de sus com- pañeros; y antes del vltirno abraço de la caridad, pronosticando su muer- te, les dixo: Si antes de quatro días bolviere solo este perrito, que llevo, y he criado desde pequeño, tenganme V. caridades por muerto, y encomien- denme a Dios. 6. Tomó luego su Santo Crucifixo, y acompañado de vn solo Indio, y del perrillo, se pusso en camino, y fue subiendo por la Sierra arriba: y en llegando a vna cumbre, le mostró el Indio algunas cassas de los Coyamos y se bolvió desde allí, dexandole solo. Descendió Fr. Gregorio de la cum-

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