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161 ave muy grande, se venia desde el mar con buelo veloz azia ellos. Apenas llegó a SUS pies: y haziendoles esse genero de acatamiento, se retiró vn passo atras, y recogiendo su largo cuello, echó del buche vn pez grande, cassi vivo, que acabava de coger en el Mar, y despues elle se allegó man- samente a los Religiossos, como entregandose en sus manos, para que socorriesen su necessidad, como lo hizieron, dando a Dios la gracias por tal favor. Con esso ellos, y otro que dexaron en el Barco, pera guardar los Or- namentos que hiebavan, tubieron socorro suficiente, hasta que Dios los remedió por otro medio; y para memoria del casso, guardaron las plu- mas de la Ave. Al margen. ----Vida y Martirio de los Padres Fr. Estevan de San Fe- liu; Fr. Marcos de Vique,y de Fi'. Raymundo de Figuerola. Lego. Texto.=7. Muchos y grandes trabajos han padecido, hasta oy, los Padres desta Mission: porque han sido algunos arrastrados de los Indios, heridos, y maltratados, y otros muertos cruelmente. Del numero destos vitimos, fueron los Padres Fr. Esteven de San Feliu, y Fr. Marcos de Vi- que, Predicadores, y Fr. Raymundo de Figuerola, Lego. Barones todos de muy singular virtud y de zelo incomparable de la converssion de las almas: los quales viendo a otro Religioso Lego su compañero, lleno de heridas, que con vna alabarda le avía dado vn Indio; y dexadole por muer- to, se empegaron a lamentar con el, diciendo: Gozate en Dios Hermano Carissirno, que u lo menos tu ya has logrado, sino el morir, el verter tu. sangre por Cht'isto; pero nosotros hasta ahora, no hemos merecido essa dicha. Dios pon su missenicordia, nos haga digno dellas. Sucesso raro! Dentro de corto tiempo, fueron atrozmente muertos por los Indios, y con la ocassion siguiente, y en vn mismo lugar y dia. 8. HaIla'anse dichos Padres en la Poblecion de San Francisco de los Arenales, cultivando e los Indios della, que evian secado de los mon- !es, en la fee, y buenas costumbres; mas p01' ser mucha la gente, y muy pequeña la Iglesia que teiian, determinaron hazer otra mas capaz, y mas fuerte. Para este efecto hendigeron el sitio, y empegaron a abrir las zan- jas; eyudandoles con su industria vn Español virtuoso, e inteligente, que les hacia conipañie, y se llamava el Alferez Thomas de Luna, que vino a ser su compañero en el Mantynio. En essa ocassion, pues, y con motivo tan Christiano (ya que era justo ayudasen en todos manualmente) suce- dió, que el Padre Fr. Esteveri de San Feliu, que aquel dia assistia a los peones, ordenó a siete indios, que traxesen vna viga, para proseguir la fabrica. Apenas oyó el mandato vno delios, quando intrepidamente saltó, diciendo, que no quena traerla. Desde aqui se fué precipitando por instan- tes, de calidad, que ingrato, y fementido a Dios, hecho vna furia infernal empego a prorrumpir en horrorosas blasfemias contra Dios, y contra le