BCCCAP00000000000000000000510

142 sion de los Llanos de Caracas a los Padres Fr. Ambrossio de Baz , yi Fr. Luys de Orgiba, que entrasen por los montes a predicar a los Indiosl gentiles, para reducirlos a la f, y poblanos. Dispussieron su viage, y p- dieron a los Naturales la escolto, que se les debe dar para aconipanloSi y ayudarles en tales entrados, segun el Decreto de su Magestad, de quinee de Junio de 1692. En el qual se ordena, que los de dicha escolto bayri arreglados a la dispossicion de los Missionarios, para evitar todo desor den. Nonibrose la escolto, y se le dió Capitan que la governase; y avien ydo todos a los montes, fue Dios servido, que con la predicacion de 1 ferborosos Padres, se reduxeron mas de quotrocientos Indios gentil Trataron juego de retraherlos, para poblanos, catequizarlos, y bautiza los. Pero como el viaje era largo, y entre los cuatrocientos venían viej mugeres, y niños (y aun todos ellos nenian canssados, y necessitados d mantenimientos) fue precisso no alosigarlos, sino venir a su passo ord nono. Esto lo llebaron tan agriamente el Capitan, y otros de la escolt que los quissieron atropellar; y tanto, que a las modestas reconvençione5; de los Religiosos, les respondió: que tratasen de caminar apriesso, y d callar, porque sino los haría amarrar. O! gran Dios, y lo que sufres. vista desta insolencia, empegaron otros a descomedirse con dichos Re giossos, y tanto, que brebemente vieron Los tales sobre si la ira de Dios sin que pudiesen dudar de ello. 3. Porque uno de los más insolentes, de repente quedó insentato y rrn do. A otro le dió vil par de cozes una mulo, y le quitó la vida luego, sin ayer podido recibir sacramento alguno, ni aun decir Jesus. A otro por averse huido dos çaziques (que se avian dado de paz al Padre Fr. Ambro sio) queriendo el Capitan con otros amarrarlos, le suplicaron los Religi ssos que no lo hiziese, por ser contra las ordenes de su Magestad, y co fra Justicio. Pero al fin, ellos se huyeron; y con esso yrritado el tal suiet empezó a desvocarse contra dichos Religiossos, diciendo muchas insolé cias: y que si el fuero el Gapitan, no avio de permitir, que ellos hablas palabra, y que avio de matar a lanzadas u aquellos perros Indios. Dixole entonces el Padre Fr. Luys: Señor N. femplese V. M. y no irri a Dios, cuyas criaturas son estos pobres indios, y no escupo al cielo. C SSO raro! apenas llegó este sujeto o su cassa con vil Indio, y vna mdi que le cupieron de reparfimienlo, segun el orden de su Magestad, quan (por averse huydo estos) solio en su seguimiento vil hijo suyo. Alcauz los, y los quisso hazer bolver; pero ellos con la misma lanza que Lleba 1 de su padre (la cual le quitaron) le dieron lo muerte. Viendo la madre, q su hijo tardaba, salió a buscarlo; y en el mismo sitio, la quitaron la vida lanzadas. Despues sallo a buscar a la madre, y al hermano otro hijo su. menor, y tambien le mataron o Lanzados en el mismo sitio. Conque de da aquella familia, vino o quedar solo el Padre delIa, que a la sozon no

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz