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141 es que llegassen, seanticipó el demonio a peruertir los animos: apare ziose enmedio de la gente, en trage y forma de vn hombre no conocido, y comenzo a decirles mill nialdades de los Religiossos que esperaban. Per- suadioles no los admifiessen en su pueblo, diçíendo: heran hombres crue- les, y que hauian de hazer en ellos grandes destrozos: que se huyessen del pueblo luego y que no les diessen oydos. En acabando este razona- miento desaparezio, y los miserables vencidos del temor, y de sus diabó- licas persuassiones ressoluieron huirse él monte, asta que passasen ade- lante. 17. Llegaron los Missioneros al pueblo el día siguiente, y no hallaron perssona alguna: admirai'onse del casso, y para aueriguar la nouedad, en- traron en el monte a vuscarlos: hallaronlos luego, y preguntándoles la causa de su fuga, les digeron lo que hauia passado el día antecedente, To- maron bien las señas, y conocieron haula sido el Demonio: procuraron sacar la gente del engaño, en que estaban, y la redujeron al pueblo. Pre- dicaron su Missión, y se hizo gran fruto en aquellos nuebos christianos: los cuales quedaron muy consolados y aduertidos, para no creerse en adelante tan fazilmente, de les persuassiones diabólicas, con tanto horror como este, ha mirado siempre el aduerssario a los nuestros, y sus Apos- tólicas Missiones, pero al fin venze Dios, y destruye todos sus trazas y maquinas. CAPITULO XII. EN QUE SE RE1JuRBN OTROS VARIOS sucsssos, Y LAS VIDAS SINGULARES DE ALGUNOS RELIGIOSOS DE DICHAS MISSIONES. 1. Los afanes, y trabajos que questan el recoger los Indios, sacarlos de los montes, poblarlos, instruirlos en la vida Racional, y politice, y des~ pues en la Chistiana, y el conserbarlos en ella, no son ponderables. So- bre todo essosse añade, la falta ordinaria de auxilio, que los pobres Reli- giossos experimentan, en las ocasiones, que se les debe dar, para sacar- los de los montes, ypoblarios, segun esta mandado por varios decretos de Nuestros Catolicos Reyes, y su Real Conssejo de Indias. Por essa caussa, y los malos tratamientos, que malos cliristianos hacen a los po- bres Indios, se han malogrado grandes cossechas de almas. Pero Dios, justo Juez, ha hecho varias vezes castigos muy notables en los tales, para pena de vnos, y escarmiento de otros. El siguiente es harto notable, y sucedió en la forma siguiente: Llanos de Caracas.=2. 1l año de 1695, ordenó el Prefecto de la Mis-

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