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131 CAPÍTULO X. BUELBEN LOS FRANÇSSES y CARIuE5 sosia S. CARLOS Y NUESTRAS POBLA- ZIONES SUCEDE VN CASSO - PRODIOIOSSO, Y SE RETIRAN; SALEN A ELLOS LOS YNDIOS DEL PILAR, Y LOS 1-JAZEN HUIR MVY MALTRATADOS, Y POR VI-TIMO TRA- ZA i. DEMONIO LA RUINA DE QUATRO PUEBLOS. 1.Pudo tanto la codicie de los intereses, que ymaginaron hallar los enemigos en San Carlos: que guiados de esse norte, intentaron nueba- mente volver a saquearle. Para este efecto, se juntaron como cinquenta Franzesses, con su cabo, y llamando a los reueldes en su alude: les pro- pussieron su dissinio, dandoles a entender, venian con ressolúçion (que era quanto ellos desseaban) de acabar de vna vez con S. Carlos, y con las poblaziones veçinas de San Juan y del Pilar. Fué grata la propossi- cion a todos, y para que se lograsse mejor el fin, se agregaron luego to- dos los reueldes, en numero de mas de quinientos hombres, entre Cari- UCS y Chaymas: las quales bien instruidos de los F'rancesses, y deseossos del suçesso comenzaron a marchar el a sordina, para emboscarsezerca de S. Carlos a la prima noche con intento de avanzarle en amaneciendo, pera cogerlos a todos mas descuydados, y menos preuenidos. • 2. Esta vuelta de los_Francesses, sucedió a los diez de Marzo del año de 1674, y asta entonçes no se supo de ellos, desde la primera retira- da: como hauia passado tiempo, todos juzgaron que ya se abrian vuelto a SUS yslas de l3arlobento, desauziados de poder conseguir el saqueo. En esta consideraziori, no se ponia demasiada vigilanzia en guardar los pa- ssos: y assi pudieron azercarse a 8. Carlos sin ser vistos, ni oydos, y emboscarse aqvella noche, a distanzia de vn quarto de legua, para salir en amaneziendo, y embestir el pueblo. Sobre esta dispossiçión, comenza- ron a discurrir los Françesses, y estando en lo mejor de la platica: a cos- se de la inedia noche, se les aparezio repentinamente vn hombre no cono- çido, armado al vsso del peys, y montado a caballo. Su aspecto, y rezo- nes, como tambien su llegada repentina, les siruieron de tanto terror: que se juzgaron vençidos irremediablemente, y que estaban ya zercados por todas partes de españoles, y de yndios, . Quisso el Capitan Françs coger al soldado; pero al tiempo de avanzarse a el para tomarle las riendas del cauallo, se desaparezió de su pressenzia: dexandojos tan amedrentados, que essi ellos como los Cari - ues, se juzgaron ya embestidos, y solo trataron de la fuga. Con este mie- do salieron de la emboscada, y para ocurrir al daño que rezeleban, con ser a la medie noche, dispararon dos cargas de mosquetazos ezia la par- te por donde creyeron se iban azercendo los españoles; y los cariues se-

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