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129 Pilar: hizieronse luego proprios de todas partes al Gouernador de Cuma- na, que lo era entonces D. Francisco Bentura de Palazio Rada. Llego el mensagero que embiaron los Religiosos a freynta del mismo mes, y el Go- uernador dispuso embiar socorro de gente de la nueba Barzelona y de Cu- nlanacoa al pudo de San Carlos, por hauerle dado noticia se encamina- ban a el los Franceses ccompañados de gran cantidad de Cariues, y de otros yndios reueldes: y que unos y otros, iban con dissinio de robar y quemar el dicho Pueblo, y los nuestros del Pilar y de San Juan, que eran los mas zercanos a el. 12. l-lallahanse a la sazon en San Carlos veinte y cinco hombres de armas, y temiendo el que llegasse el enemigo, untes que el socorro: pro- curaron retirar los' ganados, y los pussieron en saluo. Esta diligenzia se hizo a siete de Nobiembre y si se descuydaii un poco,, hubieran cogido la pressa los enemigos: a nuehe llegaron a San Carlos quarenta hombres de Barzelona, y a onze veynte y cinco dé Cumanucoa, Apenas hubieron llegado estos vltirnos a San Carlos quando se pusso el enemigo a la vista a hora de medio dia, y a un cuarto de legua de distanzia. Los Francesses eran 1 reynta (segun digirnos); pero los Cariues y susaliados, pasaban de quinientos: hizose resseña, y los nuestros se pussieron en buena orden, para reciuir a! enemigo. 13. Esperaron que llegara a acometer, pero viendo se passaba el tiempo, y que nO llegaba: embiaron algunos esploradores con buenos ca- uallos, y reconozerlos de zerca. Estos voinieron diciendo, como el enemi- go se retiraba, y que se iba azercaiido a la poblazion del Pilar: assi lo executo, y con tal silenzio, que llego bien zerca, sin ser visto, ni oydo: y si al entrar, no hubieran disparado algunos arcabuzazos, con que disperto la gente: es Sin duda que hubieran cogido a los Religiosos, y a los yndios que alli se hallaban, y a todos les quitaran la vida. I)iosse orden para que toda la gente se retirasse, y a toda priessa se metieron en el monte mas zercario, dexandole libre el passo al enemigo, por hallarse sin gente ni potencia para resistirle. 14. Con esso descargaron su furia los Françesses en esta poblazion, y ellos y los Cariues pegaron fuego a la ygis y a las cussas sin perdo.- nar ninguna: en hauiendo hecho este destrozo, se ausentaroncie al]¡, para ir a aloxurse aquella noche a otro sitio mas seguro. Despues salio la gen- te de la Montaña, y viendo destruido su pueblo, passaron la noche en la Campaña, y algunos dias mas, con el desconsuelo que se puede conside- rar: pues no tenian que comer ni a donde aluergarse, para defenderse de los rigores del sol, y de las llubias. Consolaronlos los Religiosos lo me- jor que pudieron, y los pobres llebaron su trabaxo con bastante resigna- ción y paciencia: lo que les hubiera sido insufrible (segun ellos dezian y manifestaron con las obras) fuera, el que a sus Padres espirituales los

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