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126 blaziones en tranquilidad, y las cossas de la feé y religion iban en prosp ridad, solicitaron ¡os Religiossos las pazes entre los yndios de guerra y los Españoles; pero como es gentio sin caueza, ni gouierno. y estaba criados en barbaridades, no se pudo recabar con ellos cossa de conside, razion. Algunos, que eran los menos culpados en el lehantamiento, ya se allanaban a todo lo que dispussiessert los Padres, sabiendo de esperien: zia, harian por ellos lodos los buenos ofiçiós, que pudiessen para su qui' tud; pero los demas, quales fueron los de Aragua, Cunteré, y (3uarapicli y muchos de los Cariues, que se hallaron en todos los lanzes referido' no quisieron venir en las pazes. Con todo esso, tampoco quisieron decla-- rarse totalmente por enemigos, por gozar del cornerçio, y trato de los es- 'pañoles; o lo que es mas zierto, por esperar coyuntura, para hazer un es trago considerable, o coger vna buena pressa. 4. Consiguiose sin embargo una media tregua, y se fue passando al- gun tiempo deta suerte, pero sin fiarse los yndios de los Españoles; ni estos de ellos, y de sus trayçiones y astuzias. Todos procuraban viuir so- bre auisso, esperando a ver el primer rompimiento: solo se continuaron las hostilidades, en la poblazion de 3. Francisco, adonde los reueldes, ofendidos del sucesso passado, hazian continuos daños; ya hurtando las cauallerias, y alhaxas: y ya pegando fuego a lo que no podian haver a las manos, Abrassaron algunas cassas, y vn Ato de vacas que tenian los po- bres yndios para su remedio: y en saliendo al campo a sus tareas, les aco- nietían furiossamente: fue en fin tal la vateria, y por tan largo tiempo, que se determinaron aquellos Padres, a sacar de alli sus yndios, para mudar- se a otro sitio con ellos, donde pudiessen viuir sin tantos sobresaltos. Tu- bo noliçia desra ressoluzion la ziudad de Cumana, afectissima siempre a la Orden: y reconoçiendo el daño, que se le seguirla de los yndios de gue- rra, como suçedia antes de entrar en aquella Prouinçia los Capuchinos: les escriuló la carta siguiente al Prefecto de la Mission, para que la sus- pendiesse. (Jana de!a Ciudad de fi. M. R. P. Prefecto.. El ferborosso cariño, que a a'~ Pre fe cto de este Cauildo, y Ziudad con las demas Republicas a Mrssion para que no que aqui flOS acompañan, ha tenido y tiene a V. Re- a retire de sus rermi- verendisima desde que vino de España con los Re- nos. ligiossos de su obedieezia a entablar estas Santas Missiones. ha sido el que ha visto, y experimentado, Pues en cuanto le ha sido possible a esta ziudad, nunca ha faltado a lo neçessarlo assi para abrir caminos, como para socorrer de gente en los tiempos de los Seño- res Gobernadores passados, segun V. Rma. tiene experimentado. El que al pressente lo es (si bien no ha mas de veynte y quatro dias qde nos go- ulema) ha mostrado particular afecto, y dessea tengan todo adelantamien- to, como se manifiesta en el embio de los treynta hombres, que estari ya

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