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124 zio passado con los blancos, les haula ido por medio de los Religioss y que quitados de estos, çessaria de todo punto: se empeñaron en des¡r nuestras Poblaziones, ualiendose para ello de quantos medios hallaron les sugerio el Demonio. Comenzaron los lebantados a hazer gente, y p • • tener mas y arrastrar, a su parçiaUdad a los que vuian quietos en ella instaron varias vezes con ruegos, a que dexassen a los Padres, y se rassen de su compañia. PerseurarOn constanles los mas, y viendo no los podian sacar de las Poblaziones, y el afecto que tenian a los R giosos: Pasaron de los ruegos a las amenazas, diciendoles: trafas.t1 dexar a los Padres luego, piles su fin de estos se ordenaba a venden por esclabos, a ellos, a sus hijos, y mugeres, para que los blancos se gassen dé ellos: pero que sino lo hazian, tubiessen entendido, qué los. uian de matar, y pegar fuego a sus cassas. 12. ' –Con estas perssuassiones infernales, fueron alterando los' mos: padeçian menoscabo las poblaziones, y las i'educçiones se atra han mucho: en la que prinçipalmente se reconoció mayor daño, fué e • . de S. Francisco en esta por estar mas inmediata, ser la mas niodern menos radicada en la fee, y tambien por estar en el camino Real de las ti rras de los Cariues, se experimentaron mayores daños, y hostilldd€ Padezianse continuos rebatos, y assi los cariues, como los otros yndiO de guerra, que se les hauian juntado: embistieron varias vezes esta pt blazion, para porterles miedo a los que hauian quedado en ella. Pero viel do que no les aprovechaban sus diligenzias, ressoluieron destruirla de v vez, y passar de las amenazas a las veras: para desembarazar el passo, poder proseguir la ruina de las demas poblaziones. 13. Hecha esta diabolica ressolucion, se juntaron .veynte Caziques Capitanes, cada vno con la gente que pudo recoger, y con barbara fiereí en diez y seys de Agosto del año referido de 1669 embistieron la poblazi de San Francisco por todas partes. Salieron a la defensa los vezinos, sin embargo de ser estos pocos, pues no llegaban a zíento y sesenta; los enemigos mas de ochozientoS; les infundio Dios tal valor a los de poblazion, que mataron, y hirieron a muchos de los contrarios, sin perd de los suyos sino solo quatro, y los hizieron huir a toda priessa. Csr verdaderamente singular, y que segun sus zircunstanciaS, le atribuyert todos aquellos Padres, mas o la proteccion diuina, que a fuerzas hurii nas: pues fue tanta la multitud de flechas enveneuadas,qUe,disPararonhl barbaros en la refriega, que parezió estar esterado de ellas el suelo o ni propiamente azinadas vnas sobre otras. 14. Dieron grazias a Dios los vitoriossos por el buen suzesso, y el, aunque eran pocos, tomaron ualor para la deÍenssa; y la mostraron 1 grande en las ocassi011eS, como irerrios viendo. Los enemigos se retiraron por entonzes, y en el interin que volule

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