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lfl el señor General D. Gabriel de Roxas, Valle y Figueroa, dixo: que a mas de lo contenido en su auto de 31 de Mayo proximo passado, que e en los de las Missiones, y fue remitido original al Capitan Pablan de Ca Jindano, su Teniente del Valle de Cariaco: y las diligenzias que está obran- do por su orden el dicho su teniente: en razon de la entrada que hizo el Capitan N. con ruido de armas la tierra adentro, donde se hallan y assis- ten los Pudres Capuchinos, entendiendo en sus Missiones; y para que se causse perturbazion, en materia tan del seruicio de Dios, y de su Ma- gestad Real: mandaba, y mando al dicho su teniente, que en el primero día festibo, depues de acabada la Missa, en vna de las Hermitas, en que se acostumbra zelebrar los tales días, y concurren los yndios de doctrina, y - Españoles que ressideri en dicho Valle: haga pregonar por voz de prego- nero, este Auto a la letra; poF el qual su merced prohiue; y manda, Que ningun Español, Mestizo, Mulato, o Negro salga de dicho valle de Caria- co, y su contorno; de manera que ninguno pueda encaminarse a ir, ni po- der embiar a nadie con ningun pretexto al pays del zerro del Guacharo, o su contorno: donde assisten los Padres Capuchinos, entendiendo en dicho ministerio, ni en diez leguas en su redondez. El Español que a esto con- traviniere, sea privado de yndios (si los tubiere), y en su defecto sea obli- gado a seis años de soldado Arcabuzero de la fortaleza de Araya, a ra- zion, y sin sueldo: y los demas sean condenados a cada doscientos azo- tes, y destierro perpetuo desta Prouinzia. En que su merced desde luego. los da por condenados, lo contrario haciendo; y solo permite el ir a don4 de los Padres estan, siendo a lleharles algunas cartas, o limosnas de los fieles, &. 7. Passado este lanze, se aquietaron algo los indios de S. Franciscó'! si bien no dexaron de quedar sobresaltados, y con bastantes rezelos, de que en adelante les sucediessen Otros semexantes: mientras llegaron es- tos, fue fomentando el demonio su entono, por varios caminos. Acaezt6, morir de su muerte natural vn yndio Capitan de la misma poblazion, des- puds de hauer recluido todos los santos sacramentos con mucho consuelo suyo; acordaronse los parientes, de que mas de seys messes, antes de- caer enfermo, le hauia regalado un Religiosso con zierta vianda, que le pressentaron. Como se hallaban espinados de los sucessos passados, son tan supersticiossos, comenzaron a maquinar, y dezir: que aquel rel. galo del Padre, le hauia quitado la vida al Capitan. Assi lo creyeron, y sin otro motibo trataron de vengar el agraulo imaginado: pussieronse en ar , mas, y alvorotaron toda la poblazion contra los Religiossos, para quitar les la vida. 8. Dióssele sepultura al yndio, y el mismo día por la tarde, fueron y zercaron la cassa de los Padres, para executai' su intento: reconocieron el dissinio, y se prepararon para morir. l)espues salieron a sosegar la