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12O CAPÍTULO VIII. CONS!OU.N LOS MIsSI0NAR0S EL HAZER N1BBAS P0BLÁzI0NES: p.DsÇB ERENTBS RIESGOS OE LA VIDA; I)IÇESSB LA CÁUSSA, Y COMO DESPUES ZIERON GUERRA LOS INDIOS A LOS ESPAÑOLES, 1. Al passo que los Religiossos se empeñaban con mas ferbor, en segar los animos velicossos de los yndios, y en irlos reduciendo a,pob1 ziones: procuraba Satanas con todas sus fuerzas, y astucias infernal derribar cuanto se hazia. Pudecieronsse varias alteraziones desde el pr cipio; pero sin embargo, el negozio de las reduciones, iba cada di prosperidad: y tanto, que denias de las poblaziones dichas, de Santa M ría, el Pilar, y S. Juan bautista: se formaron despues otras, y a fueron agregando diferentes familias de yndios. Zerca de la ziudad di q manacoa, o san Baltassar de los Arias, se hizo vna poblazion, llm4 San Salvador; que llegó a tener mas de ziento y cinquenta almas; p Sucedieron en ella los accidentes, que luego veremos, y que suelen ser dinarios en aquella tierra. 2. Despues, zerca del Río Guarapiche, se fvndo otra póblazion, qi se dedicó, a N. 5. P. S. Francisco y deuaxo de este titulo subsistió pobi da de mas de seiscientas almas: asta que los Franzesses las menOscdU ron con sus inuassiones, y hostilidades. Kas pues se hubo foruladQ poblazion de S. Salvador, quando quissieron los de Cumanacoa vale de la ocassion, para reducir a encomienda o Ayuntaniieito a los yndj de ella. instaron mucho sobre esto al Gouernador, y hauiendoselo con¡ dido, comenzaron a exercitarlos en sus labores, y tareas, de calidad. q de puro fatigados y aburridos, se huyeron a los montes. Fueron lo dres a vuscarlos, y poco a poco los fueron templando, y reduciendq poblazion: perseueraron algun tiempo, sin emlrgo de que no 4exa de padezer bastante seruidimbre; pero carga.nd.o la mano sus vezili corno la vez primera: enfadados de tanta opression, se ressolvierofl pi xar sus cassas, y a los Religiossos, y se retiraron a los montes: de dor no han querido salir en muchos años, por no pasar por tal seruidum Los mas de estos eran ya christianos, y muchos casados por la ygle pero la codizia lo destruyó todo, con gran dolor y pena de los que se 4 velaban en recogerlos. 3. Este y otros sucessos semexantes, han caussado en estas Misa nes de yndios grandes daños, y tan malas çonsequenziaS, que no es el ponderarlas; pero aunque por este lado, se retardan mucho las red ciones, todavía se fuera ganando tierra, si delnas a mas, no se les mol tara a los yndios ya pobladoos, por otros caminos. Al principio de la

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