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gentio tan libre, que no conoce caueza, ni tiene mas ley o razon, que su libre alvedrio.Tnos gustab a n de poblarse, otros no, b Los que se halla- n in nads a los Padres, y o viuir en poblazion, no se atreujan a ¡le- barios o sus cossas, por temor de los contrarios; y estos lieboban agria- mente el que los Religiossos tratassen de esso, que estubieron muchas vezes, poro acabar con todos. Mas al fin los defendía Dios, y poco a po- co se iban suauizando los anuos: que nunca su Mogd. diuina desamparo los suyos: y mucho menos, a los que por su amor, despreciando temores, y riesgos, se emplean en cossa tan de su agrado, como es el restaurarle ls almas, que el demonio le tiene vsurpadas y tiranizados, 8. Trobaxabase continuamente en domesticar los Noziones, y en con- cordarlos entre sí, para irlos reduciendo a poblaciones; pero como eran solo quotro los Religiossos: y a lo menos dos, era forzosso assistiessen en Santa Maria, no se podían ressoluer a formar nuebas poblaziones, as- ta tener mas operarios, que cuydossen (le lbs. El refuerzo de compañeros le esperaban de España, mediante las diligenzios que hiziessen los dos Padres, que vinieron a solicitarle, y a dar razon de ia calumnio, que dexa- mos referido en el capítulo passado. En el ínterin determinaron contenerse en los límites de Salita Maria, y conserbar lo adquirido. En este animo se hallaban por los Años de 1661, quando inopinadamente, y contra todo Conssejo humano, les socorrio Dios con tres obreros mas, hijos de la Prouinzia de Castilla, que aportaron a aquellas costos de vuelto de la Mi- ssbon de Ardo en Africa (segun diximos) que fueron los Padres Fr. Agus- lb de Vilbauaííez, Fr. Joseph de Naxera, y Fr. Zipriano de Madrid: los quales assistieron en dicha Mission, y aiudaron a formar algunos pobla- ziones, asta que llegaron de España los doze Religiossos que mondo su Magd. fuessen a ayudarles. En llegando estos Padres se poasaron los nuestros a la Missiori de Carocas: que corre por lo Prouinzia de Andaiu- zia; y despues de muchos años, acabaron len ella la vida los dos, trabo- ¡ando fielmente. 9. Con este nuebo socorro, aunque corto, comenzaron aquellos Pa - dres a disponer nuebas pobbaziones. Los yndios estaban mas humanos, y tratables, y especialmente los Cariues; zerca destos hauia vn Cazique o Capitan afamado, a quien los demos tenían algun miramiento; este tocado de luz superior, pidió con ynstanzios a los Religiossos, que fnessen a su cassa, para que se dispussiesse vna poblazion. Passoron a iella los' tres de Costilla, y dos de Ai'agon, y fueron muy bien reciuidos de el y de sus a liados: fabricose yglessia; y casso junto a la suya, y se formó vna po- blazion. que llego a tener seiscientas almas, y permanezió mas de diez años, asta que la quenioron los' Francesses (segun diremos adelante). Es- ta poblazion, sJij'iÍubo con el nombre de N. Señora del Pilar: y el capi- tan que se llani a ba Macuare, quedo muygozosso y aiudó en lo que pudo

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