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115 ssos, que hallan, y de ordinario estan sobre agua; por esta caussa, es su hauitazion muy enferma; pero ellos reparan mas en la seguridad que les pareze consiguen de essa suerte, que no en lo mal sano de los sitios. Bien quisieran poblarse, y que los Religiossos cuydasen de ellos; pero sin sa- lir de sus pantanos: en llegando a este punto de mudar sitio, se ressisten notablemente: y es que estan acostumbrados a sustentarse de solo la caza, y de la pesca, y del corazon de zierto arbol esponxosso que llaman Ata- guay, y no tienen otras labranzas. Deste mismo arbol hazen sus redes pa- ra pescar, y las Ámacas para dormir, y su mayor regalo, y que ellos co- men con gran gusto, son vnos husanos gruessos, de tamaño de vn dedo que se crian en el arbol. 18. Todas estas Naziones tienen cierto genero de respeto, y temor a la de los Carlues, siendo assi que es la menos nümerossa; este respeto deve de ser antiquisiino, o porque desçienden de gente noble, o de grandes gue- rreadores. Su trato es agradable con quien conoçen ygualdad, o superio- ridad; pero con los de otras Naziones, se muestran muy soberanos: man- dariles como a esclahos y se haze.n servir de todos. Son crueles, y comen carne humana ordinariamente; y aunque andan desnudos, como todos los demas, son de tan lindo arte, y dispossiçion, que se conoçe vn cariue en- tre mill que no lo son, solo por el garbo y gentileza de cuerpo. Por sus crueldades son generalmente aborrezidos de lodos; pero enmedio de esso, nadie se les atreue; y es que tienen mucha vnion vnos con otros, lo qual no suçede en las demas naziones; 5, assi los avassallan con fazilidad, y los tratan como a esclabos. 19. Estas son las Naziones desta Prouinzia: azerca de sus costum- bres, y políticas, y de sus barbaridades trataremos mas adelante, ahora con esta brebe noticia, proseguiremos las entradas, que fueron haziendo los nuestros, para irlos reduçiendo a poblaziones, Salió primeraniente vn Religiosso de Santa Maria con vnos Indios lenguarazes, y se encaminó a la tierra de los Farautes, para explorar sus aninios. Desde aqui passo a los Cariues del Rio Guarapiche: padecio en los caminos mucho trabaxo, y neçessidad, por los grandes calores, y aspereza de la tierra; con todo esso dexo preparados los animos, para poblarse en haulendo ocassion. Pero para que se vea ls zeguedad de estos barbaros, sucedió, que al tieni- po de llegar dicho Padre a los Cariues encontro vn Olandés o yngles: es- Irañó mucho el que viuiesse alli solo, y con tanta azeptazion entre gente tan barbara y cruel. Examinó su modo de vida, y halló que se hauia intro- duçido con los yndios para dissiparles lo que tenian, diciendo, suuia vn remedio para remozar la gente, y hazer a los viexos mozos. Este reme- dio era vna mistura de ingredientes furl'es, que lebanfahan ampollas; ba- abanse el cuerpo con el, y a los pocos dias se les pelaba el cutis: con esso dezia, quedauan renouados, y se lo pagaban bien. Pero apenas vió

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