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10 miento; sacrificaron a Dios su aflicçion, y la pene de hauer de dexer Mn~ ts almas desamparadas, y expuestas a los riesgos de volcierse otra vez sus antiguas guerras, y errores.. Corrió le voz por la Prouinzia, y fué para todos de vniuersal sentimiento la nouedad, y mas constandoles de la virtud, y zelo de los Religiossos, y la mucho que heulan padezido, y tra- baxado en su ministerio asta la ocassion pressente. 15. Vino el Prefecto a Cumana con ressoluçion de embier por sus compañeros, para que todos juntos se embarcessen en el Patache, y pi.- ssiesen en execuçion el orden de su Magd. Entendieron su dissinio los ve- zinos, y comenzaron a clamar contra quien les hauia hecho aquel agra- vio. El Uouernador (que a la sazon ere y se llamaba D. Juan de Viezma y Carabaxal) viendo una injustiçia tan conocida, y la siniestra relazion que se hauia hecho al Conasejo, con acuerdo de ambos caulidos, eclesiastico, y seglar, se ressoluio u impedirles la salida de la Prouinzia. Los Religio- ssos reconuinieron a la gente con las razones, que conduçian e mirar por su crédito, y el de su Religion: pero enmedio de esso, no quissierori zeder de lo acordado: y assi no quissieron dexarlos embarcar; y pura mas asse- gurarse, mandó luego el Governador hechar vn bando por todos los dis- tritos de su jurisdiçion, y en la ziudad a son de caxas, con pena de la vida a qualquier persone que fuese ossada a dar emburcaçion a los Missiona- nos. 16. Con esto se sosego la gente, y zessaron los piadossos lamentos por el bien que perdian, y daño que les resultaria de la subersion de los yndios, tan probable en soltándolos de le mano de los Religiossos, como se puede discurrir de semejantes gentes barberas. Con todo esso, aunque se ofreçio el Gouernador, y toda ie ziudad a satisfaçer a su Magd. y al Conssejo: se les pidio diessen lugar para que (a lo menos dos Religios- sos) pudiessen venir a España a dar rezon por todos, y u disponer otras çoesas, que necessitabun para los progressos de su Mission. Conzedie- ronles esta grazia, viendo era razonable la petiçion, y que nadie trata los negozios con mas eficazia. que el que esel principal interessado'en ellos. estos Padres se embarcaron entonçes para España, y assi el Gouerna- dor, como los Cauildos Eclesiástico y Secular, los acompañaron con tan aulenticos, grues, y decorossos informes pera su Magd. y el Conssejo: que se dió por bien seruido de lo hecho; y a los Religiossos les estimó su zelo, y rendimiento: y en premio del, les conzedió quento pidieron, pera proseguir la Mission: y espezialmente, el que fuessen doze Predicadores mas, para ayudarles e trabaxar. 17. Este fin tubo la calumnie diabolica, la qual redundo por todas pai- tea en mayor credito, y estimazion de la orden: el autor de ella abre teni- da el castigo de su dañada intençiori: la verdad triunphó de la mentira, y setanas quedo venzido y afreqtdo; mas por su eondiçion no zesso de ha-