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105 hostilidades de los yndios, quando llegaron nuestros Religiossos, el año de 1654. 6. Por este tiempo pues se hallaba cassi toda esta dilatada Proüinzia hecha un erizo de hostilidades, y guerras: de calidad que por qualquier parte apenas se encontraba otra cossa, qt'e yndios brabos. Los -vezinos de Cuniana, por mar, y por tierra, se veyan acossados a todas horas de ellos: por niar de los Caniues (que 2on los que ,comen carne humana) y passan en sus canoas de las yslas de Barlovento S. Vicente, y otras; por tierra de los yndios de las sierras, y de los caribes de la misma Pro- uinzia. Era tanta la opression y seruidumbre, en que se llegaron a ver los españoles por' esta caussa: que por parte alguna se atreuian a salir a sus haziendas; y si lo hazian era con gran peligro de la vida: pues ordinaria- mente sucedían muchas desgrazias, matando a los blancos que encontra- ban, o a sus esclabos, negros: cogiendolos a fraycion, quando mas des- cuydados estaban en sus labranzas. 7. Por esta caussa suceclia muchas vezes dexar empezadas las labo- res, y retirarse a poblados; porque en la ziudad de Cuinanacoa, o San Baltassar de los Arias, que dista vna xornada de Cumana, la tierra aden- tro: no podían salir, ni aun de sus casas, sino es con armas; y si se des- cuydaban los solían flechar a sus mismas puertas. Tambien les mataban las vacas, y cabalgaduras; y si alguna muger salía por agua a la fuente, o a habar la ropa al río (con estar pegado a las mismas cassas) era neçessa- rio que la hiziessen escolta algunos arcabuzeros, o gente armada. Ultima~ mente, llegó a tal extremo la opresion que padecían los españoles, que se veyan como sitiados por todas partes: y ia canssados de tan frequentes assaltos, discurrian sobre desamparar las poblaziones; y con efecto lo pusso en practica diuersasvezes la gente de S. Phelipe de Austria, que oy se llama Cariaco. S. Este pueblo estuvo en cinco sitios antes de llegar los Capuchinos, y de todos fue mudado, por las hostilidades de los yndios; pero se ha ob- servado, que desde que llegaron los nuestros, y dieron principio a la Mi- ssion, con ser lugar de corta vecindad, se ha mantenido en paz, y sin pa- clezer el menor riesgo de los enemigos. Corriendo las cossas - en esta fd, ussieron los Religi confor os todo el esfuerzo possihle en tem- plar los animos de los yndios: para esto, y hallarse mas zerca, hizieron hospicio en la ziudad de Cumanacoa, o San Baltassar de los Arias, que entonzes se componia de poco mas de diez y seis vezinos. Aquí tubieron noticia de que era grande el numero de los yndios de Guerra, que vagueaban por toda la prouinzia: supieron las crueldades que hazian: y los hallaron sumamente pertinazes, en establezer la paz con los Españoles. 9. Intentaron varios medios aquellos Padres para introdacirse con