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El- yor i,atilero de religiossos, para proseguir el cultiho espiritual de aq Nazion, de quien el Prefecto y los demás compañeros, se promefian ay taxados frutos. Con este orden vino Fr. Francisco y en llegando a M el año de 1649 dió sus cartas a los superiores, y les informó del bue cesso que hauian'tenido en la entrada: despacharon luego los Religio que dexamos nombrados en el Cap. 1, § 6, del libro 3, y el aspiraji4 mayores y mas arduas empressas de la honra y gloria de Dios y8 cion de las almas; trató de emprehender otra naeba Mission, en loa dios de Las yslas de la Granada, la Dominica y Metalino: a caussa de uer sauido eran fieros, y que carecian de Ministros euangelicos, que dasen de su conuerssion a la feé catholica. 2. Dió notiçia a los superiores deste dissinio, y reconociendo to le haula Dios tomado por instrumento, para que los hijos de la orden ssen por todo el orbe a predicar la gloria de su santo nombre, y a dar conoçer a los infieles, le concedieron, no solo la lizenzia que pedia, también compañeros, que le siguiessen. El mismo amparo halló sienip en los Pontífices, y en la sacra congregazion de propaganda fide; peros bre todo, fue faborezidissimo del Señor Rey D. Phelipe 1111. Partiçipole su Magd. la neçesidad en que se hallaban dichos yndios, y el desseoq tenia de socorrerlos de Religiossos quz los doctrinassen. Atendio su M gestad con sumo zelo pretenssion tan pie, y ofreció ayudarle en todo, eo mo lo hizo siempre. 3. Saula bien el sieruo de Dios los buenos deseos de muchos dl. giosos de la Prouinzia de Aragon, y mirando a que todas las Prouinzia de España tubiessen campo a donde trabaxar en sei'uiçio de Dios y bier de las almas, quisso que esta se encargase de la nueba Mission, como IO hizo. Embiaronle tres Religiossos para dar principio a ella; y fueron ah obedíenzia, y direcçion del P. Fr. Lorenzo de Magallon, hombre de espk rilu robusto, y que padeció inmenssos trabaxos en esta Mission, asta que acabo en ella su vida. Ya dispuestas las cossas, y preuenidos los despa- chos del Conssejo de Indias partio el sieruo de Dios a Cádiz cbn SUS compañeros: y en el año de 1650 se embarcaron en los Galeones, y con la ayuda de Dios, llegaron a dar vista a su ysla de la Granada. Zelebraro con deflotas y alegres deniostraziones su arribo; pero duroles poco estS consuelo, porque apenas saltaron en tierra, quando supieron estaba la ysla ocupada de Francesses, y con buena guarniçion. 4. Hauia por entonces guerras entre Franzia y España; y entre los daños caussados por los Francesses, fue vno el hauerse apoderado de esta ysla, que es de las que llaman de Barlovento. Preguntaron a los soi dados que assistian de guarnicionen el Puerto por el Gouernador; y ti& uiendo ido a su pressenzia, los reçibio con toda piedad, y agassaxo: p ser buen catholico, y muy afecto a la Orden. Tubolos algunos dias en