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89 de gloriosa memoria, imitando a sus insienes Progenitores, expelió de España la vil canalla de los Moriscos, en i.timero de doscientos mill. 6. Que diremos del zelo incomparable de N. Catholico Monarcha D. Phelipe 1111, el grande? Coriolano zifró en brebes palabras, quanto pa~ reze se puede decir en esta parte: Cus tituli gloriossi (catholici scilicet) heresPhilipus 4 nulluin non movetlpidern, vi ata catholica Reliio per quarn plurima lndi Regna sua industria arniis dilatetur.=Al margen. (N. Coriol. in Breh. Chronol. An. 738, pag. 217). Esto se comprueba haslantemente, si voluemos los ojos a quanto asta aqul, dexanios escrito de las Missiones de la Orden, a la que assistió su Magd. con sumo zelo, y considerables gastos. Emulo pues de tan Religio- ssos, y esclau'ezidos Monarcas N. Catholico Rey y señor Don Carlos 11 (que Dios aia) no solo mandó socorrer esta Mission de todo lo necessa- rio, pero dió orden a sus Ministros de la Contratación de Sevilla, y de Panamá, para qu les ayudassen a los Religiossos en todo lo que se ofre- ciesse, para compon.er el hospicio en la parte que le pussiesen. Con ygual piedad assistió su Magd. a las Misa iones de la Orden de Cumaná, Cara- cas, y a las nuehamenie plantadas en las yslas de la Trinidad y de Santa Marta. 7. Pissaron luego los religiossos referidos a Cadiz, y al¡¡ se embar- caron Cli los Galeones, los quales salieron por Henero del 81 experimen- tando en el viuge terribles vorrascas, y contratiempos; mas al fin llegaron con salud d Panamá. Aqui pagaron el tributo que los primeros, y que sue- le ser coniun a los que passan de España, padeciendo graues y penossas enfermedades; pero fud Dios set'uido no pereziesse ninguno. En hauiendo recuperado la salud, mientras se disponan los medios necesarios para entrar en el Darien, se ocuparon en otra Mission, no menos importante, y que se suele vasar poco por aquellas tierras. Esta la hicieron a los mis- mos españoles, sasi por la suma necesidad que heuia, como por hauerlo pedido los Obispos de Cartagena, y Panamá, y algunos Ministros Rea- les, zeldssos del bien de las almas. Testo. =S. Publicaron la Mission en Cartagena, y habiendo predica- do, y hecho los exercicios acostumbrados por espacio de quince dias, dentro de la ziudad, passaron al Arrabal, e hizieron lo mismo por otros tantos dias. Despues fueron a Puerto Velo, y a la ziudad de Natá de los Caualleros; y vltiniamente a PananiA: aqui zelebraron la Mission, primero ,en la Catedral, y despues en el Arrabal, en la yglessia de Santa Ana. Era Obispo entonces de Panamá D. Lucas Fernandez de Piedrahita y Pressidente, Oouernadoi', y Capitan General del Reyno de tierra firme, el Sargento Mayor D. Pedro de Aponte Franco y Llerena, Cuuallero del ha- uito de Calatraba: vilo y otro quedaron sumamente edificados, y agrade- cidos a los Religiossos, viendo los marauill osos frutos, que hauian ressül-

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