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87 seguir el viage y perseoerar en el Ministerio; siendo assi, que de antes no se podía menear sin ellos. A los demos compañeros, les conseruo Dios la salud en medio del Contagio; y passado este se voluieron a España, en los primeros Galeones: quedandose aquella Mission sin obreros, asta el Año de 1680 en que se voluio a continuar por los hijos de la misma Pro- uinçia de Castilla. CAPÍTULO II. VUELBEN A CPNTINUÁR LA MI5SI0N DEL DAI?IEN LOS HIJOS DE LA PROVINCIA DE CASTILLA, POR ORDEN DEL Rey N. Sp. D. CARLOS 11. 1. Desauziados los primeros Padres de poder en muchos años con- seguir fruto alguno en el Darien, y Prouinçias zircumvezjnas, por oca- ssion de las guerras, y su reueldfa en reduçirse a pohlaçiones: se volvie- ron á España, dexando aquellos Barbaros en su zeguedad, asta que Dios abriese camino, y las cossas tomassen otro temperamento. Llego el año de 1620 y en el (despues de 26 que carezió de operarios esta Nazion) se trató de su reducçion 6 la fée con nuebo esfuerzo. Significosele al Rey N. señor Don Carlos II la necessidad que hauia de embiar viia Mission a la Provincia del Darien, assi para la reducçion de los Indios como para el socorro espiritual de los Españoles, que se hallan en aquel parage, traha- xando en las Minas de Oro: y tambien para que domesticados los yndios, zessasen las hostilidades de ellos; y no introdugessen por sus tierras, y nos a los enemigos y Piratas, como lo suelen hazer guiandolos por tie- rra, y dandoles Canoas para passar los Rios, solo a fin de vengarse de los españoles. 2. Con este informe hecho a su Magd. de Indias, mandó u los de su Conssejo se dispussiese niieha Mission para el Darien; y que respecto de haver sido Capuchinos de Castilla, los primeros que la hizieron, desde el año de 1648 y fueron bien admitidos de los yndios, se le pidiesse al Pro- vincial de esta Provincia, tomase a su cuydado el disponer el numero de Religiossos de su obedienzia, que pudiesse, para esse efecto. Era a la Sa- zon Pressidente de Indias el Exmo. Señor D. Juan de la Zerda Duque de Medinazeli y Cardona: el qual con los Ministros del Conssejo, mandó dar auisso al Prouinçial, de lo que su Magd. hauia acordado; insinuandole el espezial desseo que tenia, de que los Religiossos, fuessenj desta Provinçia. 3. Sauido el orden de su Magd. ofreçió el Prouincial executarle COfl la brebedad, que se le mandaba: hizolo notorio en la Prouincia; y sin em- bargo de hallarse exausta de Religiossos, escogió siete para dar prinçipio

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