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16. Assi pues, que los que juzgaron imprudente la acçion desfe religioso, en hauerse quedado solo, y sin los yndios que le acompaflt ignoraron verdaderamente, la prudenzia, que enseña la perfecta charíi p Si consultasen a S. Pablo azerca de ella, responderia, diciendo: stultipropter christum, vos autem prudentes in Christo &. Tamquam gamenía huius mundifacti sumus, omriium peripsena vsqudhu9 margen=(1. AdTcorinth. Cap. 4, per totum). Finalmente los juiçios de los hombres son varios, y de ordinario, rl conformes a la prudenzia humana, que a la divina: en lo que no caue4 da es, en la virtud y Religion deste sieruo de Dios, en su santo zelo de saluazion de las almas, en las muchas diligenzias que hizo para esse en la maliçia y crueldad de los yndios en quitarle la vida y en el castil que estos experimentaron del Zielo: de todo lo qual se deduçe piado mente, fué su muerte preçiosa en los ojos del Señor zelesfial, y que premio de ella goza, y gozara para siempre la corona y palma de marfil 17. Llebados de zelo charitatibo, no inferior al de el P. Fr. Anfo de Obiedo, Prefecto de la Mission, murieron poco despues dos de 8 compañeros, siruiendo a los apestados. Suçedio pues, que hauiendole perado zerca de vn año, en el sitio adonde les mando asistir a todos, at su vuelta (porque juzgó seria brebe): como se dilató el auisso, y la no cia tanto tiempo, hizieron juicio, de lo que en la verdad suçedió. Despu en el año siguiente que fud el de 1653, hubo vna peste vorazissima eni ziudades de Puerto Velo, y Panamá: y estando para voluerse a Espal por no perder ocassion tan de gloria de Dios, y bien de las almas; se uidieron en dos partidas, y vnos fueron a seruir a los apestados a Pan iii, y otros a Puerto Velo. El P. Fr. Joseph de Villalvilla murio en Par ni; fue sepultado en el conuento de N. P. S. Francisco de Panamá la V xa, y alli estan sus huessos asta oy: pues aunque se mudóla Ziudd sitio donde al pressente se halla, no me pareze (segun tengo entendic han sacado los haessos de Religiosso alguno.—, al margen.=(Vida y ' tudes del P. Fr. Joseph de Villalvilla). 18. El P. Fr. Francisco de Vallecas, murió en Puerto Velo, en el ni mo exercicio de serOir a los apestados: y vno y otro con grande edi6 zión de aquellas ziudades, por so admirable piedad. Fué depossitado cadauer en la Parroquia, y se le dió sepultura señalada: conseruasse gr memoria de estos dos Religiossos; y deste vlfimo, es muy digno de larse que haulendo viuido muchos años, quebrado el espinazo, y 1 esta caussa cargado de yerros a rayz de las carnes, al modo de vn soL do armado con peto y espaldar; al fin de ellos, confiado en Dios, pass la Mission de Guinea en compañia del V. P. Fr. Seraphin de Leon: d pues voluio a España y se alistó á esta Mission y antes de partir á la mera se los quito (y los e visto muchas vezes) y se hallo habil para p