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fado en tierra, quando le cogieron los yndios Gorgonas, que confinan por aquel parage, y le hizieron pedazos: dandole una muerte cruelissima, y tal, qual se rnanifesto despues por el castigo del zielo, que vino sobre los agressores y sus descendientes, asta que se acabaron todos en la segun- da gerierazion. Dieronle muchos saetazos, y lanzadas; y despues para mayor alarde de su crueldad, le partieron el casco de la caueza, e hizieron del vil vasso, en que bebian. Desde nlonçes, plagó Dios de vna lepra ho- rrible al modo de escamas de pezes, e todos los agressores; y poco a po- co se fueron acabando todos. 15. De los descendientes de estos, hallaron nuestros Religiossos, que pasaron a Panamá el año de 1680, dos muchachos de asta ocho, o nuebe años; y llegando al Rio Chagre, adonde los años passados se refinaron los Gorgonas, y hablando con los Indios mas ladinos: les informaron de todo lo referido, y les mostraron los muchachos, diciendo: estos solos han quedado ya, de los que mataron a otro de vossotros. De alli a poco tiem- po murieron tambien los muchachos, conque se extinguieron todos, asta la segunda generazion. La muerte del P. Fr. Antonio de Oviedo, suçedio por el mes de Sep- tiembre del año de 1652 y de su gran virtud, y zelo apostolico, se deue creer piadossamente, proçedio en esta xornda con particular inspirazion del Espinitu Santo: por cuyo medio le dispusso para darle el premio de sus muchos trabaxos, con la corona y palma del martirio. § El castigo executado en los agressores, no desfaboreze esta razon; y aunque los yndios que llebaron la Canoa, se voluiem'on, diçiendo: nq quenian passar adelante, porque los de aquella nazion eran sus enemigos, y los matanian luego; y por aqui se descubra alguna apanienzia de temeridad; a la verdad no ay fundamento para ello: y por la misma caussa, pudieramos dan por temerarios, a quantos Varones Religiossisimos entienden en la conver- ssion de los Indios, y a los innumerables que estos han quitado la vida: pues viuen en continuos peligros de perderla; y si repararan en esso ni se redugera ningun gentil en el mundo, ni hubieran ganado tantas almas para Dios, los operarios euangelicos, y en fin no fuera loable el poner la vida temporal, por soliçifar a los proximos la eterna, quando lo hallamos todo canonizado, con palabras expi'essas del mismo Chnisto; en una parte dice: Maiorem hanc dilectionem nemo habet, vt animan suam ponat qoispro ami- cis suis. En otra parte: Messis quidem_nmulki, operar! autemn paui, Rogate ergo DominumMessis, ut mittat operarios, in messen suani: a que añadió suçessibamente: Ecce egomitto vos sicut agnos inter lupos: (Joan, Cap. _ 15, V. 14. Lucs, CapJ0, V. 2 s.) prediçiendoles en la misma ocassion a sus disçipulos, y en caueza de ellos, a todos los demas, que en lo futuro les hauian de suzeder en el ministerio apostolico, los trabaxos, afanes, persecuçienes, tormentos. y muertes, que hauian de padecer en el,

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