BCCCAP00000000000000000000510

12 'de hechar fuego por todas partes, para ebrassar quanto hauian hecho no sin muchas, y grandes penalidades. El primer tiro le salió vano, aunque u malicie le supo dissimular con apurienzias de bien: Consistió en inquie- tar los animos de algunos Religiossos de otro instituto, que con buen ze- lo, alegaron se les deuia a ellos aquella Mission. Atendieronse sus razo- nes en el tribunal donde se pusso la demanda, y sin interuençion de los nuestros, se deçidió la materia, y se sosegaron las cossas: quedandose los Capuchinos en su Mission, y los otros en su territorio: corriendo de alli adelante vnos y otros hermanablemente, y atendiendo al bien común de las almas. 8. Passado algun tiempo, comenzaron las hostilidades ordinarias de vnos yndios con otros: los quejes con sume fazilidad se alborotan, y po- nen en arma, ayudandoles a esso mucho las defenasas del pays; como son los Rios, y montes: y como son naziones diuerssas, y confinan vnas con otras rara vez dexa de hauer guerras entre ellos. Los primeros que se encuentran, pessado Panamá, son los Darienes: luego se siguen los Chocoes, los Gorgonas, Vrabas, Noanamas, y los Bugutas: todo tierra firme con el Reyno de Santa Fde, Quito, y Lima. Comenzaron las hosti- lidades entonces los Gorgonas, con esso se amotinaron los Darienes, y estos dieron tras de los Chocoes, no obstante que son menos en numero. Pusose en arme toda la Prouinçie y juzgando seria medio para sosegar los tumultos, y hostilidades, el poner a la entrada, y pesso principal de los Darienes vna guarnicion española; apenes la vieron los Indios, quan- do se amotinaron todos; creyendo que aquel aparato militar se preparaba para rendirles e fuerza de armas. 9, Procuraron los Religiossos sosegarlos, persuadiendoles, no ere lo que pensaban; sino que antes se ordenaba aquella guarniçion para su defenssa: pero por mes diligenzias que hizieron, no hubo forma de apear- los de su ymaginado temor. Prosiguieron sus hostilidades, y como se jun- taron niuchds, mataron a quantos Españoles, y Negros encontraron por la Provinçia; despues dieron tras de los Religiossos, y por primer dilígen- zia, les robaron quanto tenian de hornementos y cossas vssuales. Luego llebaron al P. Francisco de las Canarias a vna Isleta, y le dexaron alli pa- ra que pereçiesse y nadie le pudiesse socorrer. Viendose el buen religio- SSO Sin remedio humano, se encomendó á Dios, y se hechó a nado, y des~ la suerte con inmensso trabaxo, y continuos riesgos, salió cassi milagro- ssamente de entre aquellos Berharos. 10, Al P. Fi'. Basilio de Valdenuño, su compañero, le suçedió cassi atro tanto: porque le túbieron presso, y le dieron muy mala vide: vnos fueron de opinion que los metassen á ambos; otros discurrieron que era mejor tenerle presso, para que por su respeto, se consiguiera la paz en tre los Españoles; temerossos de que estos les hauian de hazer guerra,

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz