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82 * dificultad tamaña, se hacía impotente toda otra medida boriosidad y de orden; pero estos insignes gobernant. desmayaron delante de tan enorme inconveniente, y al e valíanse de todos los medios que les sugería su celo, a fr 1. que cada uno atendiera a. su comida por lo menos y de cosas necesarias. Más adelante, el lector tendrá ocasión de' cómo solucionaron esta contrariedad imponderable y c6 atendieron al mismo tiempo a las necesidades de los verdade menesterosos, sin confundir a éstos con aquéllos. Con to4 hallamos la mayor benignidad aun con los perezosos; pues la práctica, los misioneros daban gratis ración diaria de car a cuantos la pedían o se presentaban por ella (i). Muy difícilmente podrán apreciar las grandes dificultad, y las acertadas soluciones de administración y de gobierno p blico aquellos que no saben gobernarse a sí mismos y men' gobernar su casa y familia: decimos esto porque los misionero sobre todo al principio de sus misiones y con todo el peso d salvajismo que reconcentraban los indios, tenían que busdi soluciones distintas al común de los gobiernos de personas y civilizadas, y apenas si podemos darnos cuenta y apreciar ioi inconvenientes que tuvieron que vencer para atender bien .11 pronto alas contrariedades que se suscitaban a la contÍnua, presentar los desenlaces justos y eficaces en los casos diIcul tosos. - En la organización de las cosas útiles al bien público de lo indios, podemos decir que todo dependía de la conciencia del esfuerzo de los misioneros; por eso observamos en Ja R ¡zci6n de Alvarado (1755), que fomentaron por sí mismos 1 práctica de la ganadería, la agricultura, las industrias, las art y la enseñanza del comercio. Todavía los indígenas no sabía apreciar el trabajo, ni casi las necesidades; no preveían, 1 apenas podían prever las ventajas que se habían de seguir c todos estos principios. Y al llegar aquí, más que gobernant podemos llamar héroes a nuestros misioneros, puesto que cc su paciencia y trabajo, ayudados de la gracia de Dios, fuer (i) Véase Relaciones. Arch. Nac. de Venezuela, Caracas. Año 1798, pieza —i800, fol, So, segunda pieza, H. n.° (sic).