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32* ral de la divina; y finalmente, por las mismas costumbres que los indígenas guardaban, la necesidad que tenemos los hombres, de ordenaciones o leyes, para coordinar con ellas todos los ; derechos y los deberes particulares del individuo, de la familia y de la tribu, y del conjunto de unas y otras: de esta manera,: los misioneros hicieron resaltar delante de los ojos del indio el. concierto universal del orden en la naturaleza, en las cosas y en las personas. Conceptos sublimes por medio de los cuale. el misionero impulsaba el ánimo de los indígenas hacia el orden individual, al orden de la familia y de las tribus, y con esto, aI orden universal, social, moral y religioso! Muy pronto el lector tendrá ocasión de conocer el modo; como los misioneros formaron las leyes que habían de regir, las incipientes comunidades de las diferentes tribus indígenas, amoldándose en particular a las necesidades comunes y priva das de cada pueblo que se lograba establecer, y hasta la manera de organizarlos. Era lo primero examinar de cerca las costumbres de la tribu que les tocaba reducir; luego les daban fuerza de ley cuando no tenían cosa particular contra la ley eterna o contra la ley de Dios y eran conducentes al bien común de la tribu p no ofrecían peligro de perversión moral (i); y aun debemos añadir que los misioneros toleraron muchísimas cosas cuando pat la buena fe no llegaban a destruir el orden, o cuando poi muchas otras circunstancias no podían obrar de otra manera ¡que en esto sólo Dios sabe las amarguras que tuvieron qu aguantar los misioneros! No era justo, ni tampoco posible ni conveniente, demolei las endebles instituciones naturales de las tribus indígenas; a. contrario, era útil apoyar los sanos principios de familia y d obediencia a los que de alguna manera les tocaba mandar interpretando sus costumbres conforme a la ley natural y eter na; así los misioneros aprovecharon hasta los últimos cimientos por mínimos que fuesen, para edificar sobre ellos o con ello el nuevo edificio de la civilización y de la cultura humana. Si el lector ha seguido con nosotros atentamente los paso (i) , Recop. de Indias Ley 22. Tít. 2 . Lib. 5.
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