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116 zedulas de su Magd. para su defensa, y siendo assi que las tenia origina- les el dicho Governador en su poder, respondio no tenerlas, ni saber lo que por ellas su Magd. le ordenaba, propusosele la perdicion de tantas almas, pero a todo se hizo sordo, que parece no se contenta el infierno, con la guerra que por si hace a tantas almas, sino que quiere tambien hacerla por medio de los hombres mal intencionados. Mas de 20 años (hace) que se dio principio a esta mission, y asta oy pueden decir los missionarios, que nultam recjuiem habi JI caro nosfra, forja pugnw inlus 1/mores, como se puede ver de todo el discurso de este escrito. vsque la hanc horam el exurirnus, el sitimus, maledicimur, el be- nedicimus, tan quam purgamenla huius mundi facli sumus omnium periv- serna vsque aduc. sin embargo, a costa de paciencia, y toleranzia, perma- necemos en las misiones esperando, que Christo N. S. entre en la nave- cilla, y quiete la tempestad. A los vltimos de el mes de Junio de 78 quando entendimos ia aberse quietado la pesada borrasca, y que las razones que parte de la mission, o por mejor decir de parte de dios se havian alegado contra las que los ve- cinos de el Pueblo de San Felipe alegaron para salir con sus maiiciossos intentos, a esse tiempo y quando mas descuydados, y sin tener el menor aviso, despacho el Governador vn Auto en que les daba facultad a dichos vecinos pare que fueran en busca de los indios, en virtud de el qua¡ auto llegaron a las missiones, a tres de ellas, con intento de quantos indios aliaran llebarselos por fuerza, llegaron a saber estos intentos los tales in- dios por medio de otros que vivían con los dichos españoles, con que Ile- bados del temor se huieron todos otra vez a los montes, quedandose so- los los religiossos, con lo qual quando llegaron a las u issioues dichos vecinos de Sn. Felipe, ya no aliaron que llebar, quedo frustrada su diii- genzia, y nosotros nos aliamos en vn punto con el ni&.h. gro de los mu- chos trabajos que nos costo el agregarlos, a donde podia.m aliar su salva- cion, como los tales vecinos no pudieron lograr su inti nto deprabado, convertian su ira contra los niiionarios de que no digo i mies que set urati suntoprobriis, y otros acabados se volvieron los tales a su tierra, y los missionarios empezaron nuevamente a trabajar en buscar por los mon- tes, los indios perdidos, que como del susto pasado quedaron tan es- pantados, no es facil aun dejarse ver de los religiossos, pareciendoles que en adelante en de experimentar las mismas perse€üciones, este es el esta- do en que se ella la mission el dia de oy 20 de noviembre de 1678, espero en dios que la venida a esta Provincia de el Governador n ecque me di- cen es vn caballero de mucha piedad llamado D. Franco. de ibero, en de tener algun aumento las missiones para honrra y gloria de dios N. S.

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