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113 sion, metiose entre los dichos indios para ver silos podia aquietar y vno entre todos apenas miro al religiosso, que poniendo vna flecha en arco, enipezo a dezir en boz alta, matemos al Pe. al Padre, al Padre, y diciendo esto estiba ya apuntando teniendo como por blanco de su flecha al religio- so: a este tiempo, llegaron tres otros indios tambien borrachos y para es- torbar el tiro de el otro se pusieron delante de la flecha, expon iendose pri- mero ellos al riesgo por defender al religiosso; intentaban quitarle de las manos, el arco y las flechas, al tal indio, y no pudiendolo conseguir, llego otro, y por las espaldas con espadin le dio vn fuerte zintarazo, con lo qua¡ pudieron todos llegar a quitarle el arco y las flechas, con que libraron al religiosso de el riesgo, y le dieron motibo de alabar a la divina clemen- cia, pues avía movido a aquellos (sobre barbaros borrachos) a que obra- ran mejor que si fueran muy catolicos, y estuvieran muy en su acuerdo. En cierta ocasion, los indios de guerra, y alzados se juntaron, para embestir a vria de nuestras missiones, tuvieron de su resolcjon noticia los indios de la dicha mission, los quales entre otras noches que estuvie- ron en vela, esperando los enemigos, vna reconocieron que llegaban ya cerca de la Poblacion pusieronse todos en arma, y a punto de pelear, pero no llegaron los enemigos, y el casso fue que marchando para embestir a la mission, en el camino encontraron a vnos hombres blancos, o, españo- les, los qules (dice) le dieron tal reprehension, sobre lo que llebaban de- terminado. que atemorizados se volvieron a sus casas sin executar sus in- tentos, hizose despues inquisicion para saber quienes fueran aquellos hombres blancos, y no huyo quien diera razon de haberlos visto, ni tnido noticia de que en la tal ocasion anduviera por aquellas partes español al- guno, con que se juzgo ser lo que dios dispusso, para evitar las desgra- cias que pudieran suceder si lo tales indios llegaran a la mission. A un religiosso en cierta ocasion se le huieron casi todos los indios que tenia en si poblacion, afligido de ver el mal logro, de tantas almas, se fuen basca'de ellas, pasando por medio de los indios mas brabos, tra- taron de (como pudieran) huir del peligro, hecharonse por medio de vnas montañas, y por mas que procuraron esconderse, se aliaron cercados de los enemigos, estando en este confuto, salio vn indio con grande brio, y balor, armado con arco, y flechas, y poniendose delante los indios enemi- gos, empozo a defender al Padre, y a los que le acompañaban, de que ate- morizados desistieron de sú intento: y el religioso se volvio a su mission, alabando a dios que por medio de aquel harbaro, le escapo la vida. Luego que los religiossos vinieron de españa hicieron mission, en la Provincia de Caracas, con tanto fruto como dige en otro lugar, llegaron a vna Poblacion de indios muy numerosa, no les predicaron entonces, por pasar adelante, y dejarlo para la vuelta; estuvieron los tales indios muy benebolos con los religiosos, y los agasajaron quanto pudieron, hizieron

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