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111 y a dos leguas que andubo, encontro vna casa de vn indio, en ella alio dos niños de asta cinco meses, ya casi espirando, bautizolos, y luego murieron, y el religioso se volvio a su casa muy gozoso, entendiendo que los impulsos, e inquietud que sentia era de el cielo, para que fuera a en- caminar aquellas dos almas para alla. El mismo religiosso supo que en el monte vivia vn indio, en cuia casa habia algunos niños sin bautizar; fuesse vn dia a decir que los llebasen a la poblacion, para hacerlos christianos, dijeronle que lo harian, despidio- se el religioso, y iendo caminando para su mission, 010 vnos quegidos como de vn niño que estaba muy enfermo, los quales quegidos parece le estaban como violentando para que volviera a la casa de donde se despi- dio, volvio y alio que vno de los niños que poco antes habia visto se es- taba muriendo. bautizojo al punto, y se fue a gozar de dios. CAPÍTULO XV. ANÚNCIASE EL MARTIRIO DE FR. PLÁCIDO DE BELICENA Y EL PELIGRO GRAVÍSIMO DE LA VIDA EN QUE SE HALLARON OTROS RELIGIOSOS, DÍCENSE OTROS CASOS PARTICULARES Y CUAN IMPORTANTE ES LA FILOLOGÍA PARA LAS MISIONES. Otros muchos casos semejantes a los referidos omito, por que seria nunca acabar, bastan estos para el que tos leiere. alabe a nro. Sor. que es lo que en este trabajo se intenta. As¡ mismo se podian referir otros muchos, de indios (adultos), y de los que llaman Piaches, de quienes se podía temer su condenacion viendo la abersion que tenían a nuestra Sta. fee Catolica; y en la'ultima enfermedad, parece les tocaba dios su fiero natural, y los allabanios mas blandos que vna zera, para recivir,. y creer quanto pertenecia a su salvacion, y inOrian christianos. Al?e. fr. Placido de Belisena lo mataron los indios a lanzadas, el mo- do como sucedio, no a sido posible uberiguarlo, 10 VIlO por no haber otro religioso en su conipañia, que lo pudiera decir, y lo otro por que, as¡ que lo niafaron todos los indios se huieron, sin quedar si solamente viio que por enfermo no pudo huir. y este solo supo decir que as¡ que el dicho Pe. acabo de decir rnissa, estando-dando gracias entraron les indios, y le dieron de lanzadas, dicese tambien que depues de muerto, le quisierón arrastrar para hecharlo en un rio, y por mas que lo procuraron, no lo pu- dieron executar, ni aun moberlo de donde estaba, con lo qual pudieron ir los religiosos que estaban en otra rnission a darle sepultura. A otro religioso lo quisieron matar los indios por orden de los Car- bes de este modo. Vno de los indios vino a donde estaba el tal religioso. fingioele muy afable, y le dijo que por que no iba a pasear a su casa

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