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107 pues no basta lo manso de vuestras caricias, diciendo estas semejantes ra- zones, estando el dia claro, y sereno, repentinamente se armo vna tempes- tad tan orrible de truenos, y relanipagos, que asombrado todo el auditorio, a hoces todos pidian a dios misericordia; y el mismo predicador viendo la conpunccion, pidio al cielo suspendiera el castigo, con que çeso la tempes- tad. Alniismo, se le origino de suferbor'osa predicacion; que lo intentaron des- terrar de la ciudad donde se aliaba tocole en lo vivo al Uoverndorde la dicha Ciudad, y_como a estos por ace no ay quien les pueda resistir, frs- tose de executar el destierro, llego el dicho Governador ablo al cabildo ecLesiastico y le dijo como conbenia al servicio de ambas magestades el que se mandara, salir el Capuchino de la Ciudad; juntose Cabildo, yd cretoselo que deseaba eiiovernador, fue a firmar el decreto el dean, y de repente antes de hechar la firma quedo ciego de todo punto, con que nin- guno otro se ati'ebio a echar su firma, retraso el dean su intento, y volvio a cobrar la vista. í. A vn indio llamado Francisco que desde niño se habla criado en corn- pañia de los religiosos, y en su misma casa, se le aparecio, vissible Chris- fo n. s. en el sacramento de la eucaristia al modo que estubo su d1Mad. qdo. amarrado a la columna le azotaron, ofreciansele al tal indio algunas dificultades acerca de la realidad de este misterio, y N. Sor. le quisso de este modo quietar el animo, y se vio de la debocion, y frecuencia, con que despues, confesaba, y comulgaba, asta que recibidos (despues de algunos años) todos los Stos. sacramentos, pidiendolos el mismo, se fue a gozar de dios asisfiendole los religiossos a su rnuerte=en vna de nuestras missiones, cierta india adulta enfermo de la enfermedad de la muerte, co- mo vio el religiosso el peligro, tratola de disponer para que i'eciviera el bautismo, pero ella muy obstinada, y furiosa, lo einbio (como suele decir) con la ruidera; vete de aqui padre (dijo) que yo no quiero ser christiana, aila, y da vna vuelta por el Pueblo, que artos aliaras que bautizar, y no es tan enfermos; yo ha tantos años que estoy equi, y no me as hecho chris- tiana, y aora que estoy enferma para que me acabe de morir, me quieres barnizar, vete con dios, y no me ables de essa materia; fuesse el religio- sso COfl el desconsuelo que se puede imaginar, vivió la india 3 o 4 dias despues de lo dicho, iba el religioso vna vez a la mañana, y otra a la tarde a verla, llegaba a la puerta de su chocilla, esfabase alli vn poco sin ablar- le palabra, volviase a su casa siempre pidiendole a dios alumbrare a aque- lla alma ciega, dos oras antes de morir, ella misma le dijo a su marido que llamare al Padre, vino el marido, dijo que la muger lo llamaba, fue al pun- to estruñando la nobedad, pregunto que lo quena, o, para que lo llamaba, la india con mucha sumision i'espondio para que la bautizara, porque de-

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