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97 do por medio de los religiosos, y que quitados estos, se quitaba aquel de todo punto; intentaron destruir las miasiones valteronse de diversos me- dios, amenazando a los indios de ellas, si no desamparaban a los PP. di- cendo que si no lo hacían los avian de matar, que los Padres los tenian engañados, y los poblaban pera venderlos a los españoles, e ellos a sus mugeres e hijos, y otras cosas que el demonio les administraba, de que resultaba grande mengua en las miss!ones, por haber muchos qie les da- ban credito, con la que principalmente tuvieron grandissinia abersion, fue con le de nro. Pe. S. Francisco, por estar mas immed!ato, y en el camino real de sus tierras. Aqui se padecian continuos rebatos de los indios alza- dos, y de guerra muchas vezes amagaron a embestir la Poblacion, para de esse modo ahnientar los indios que hablan quedado, y viendo que no les aprobechaban sus diligencias, se resolvieron de vna vez a acabarla, juntaron 20 capitanes cada vno con la gente que pudo recoger, que entre todos serian hasta ochocientos indios y con estremeda fiereza en 16 de Agosto de 69, embistieron por todas partes a la referida mission de nro. Pe. S. Francisco al romper de el día. (Allahane en la ocasion treynta hombres españoles con armas de fuego; 60 indios de la mission de Sta. Maria, y otros tantos que podían tomar armas, de la riiisma Poblacion de S. Franco. que entre todos los favorables no llegarían a ciento y sesenta pocos mes, o, menos, pero quiso dios darles tal valor, que hizieron poner en huida a toda aquella multitud de barberos, con mucha perdida sala; y de los nuestros no haber muerto mas de vn indio, y tres eridos, caso que todos lo atribuieron, mas a la proteccion divina que a diligencias huma- nas; porque era tal la flecheria que disparaban los enemigos que pereda llober dardos por todas partes. Con este suceso quedaron algo atemorizados los indios enemigos, pe- ro no por esso, dejaban de hacer el daño que podían a los de la mission, equienes siempre fenian por contrarios; con estas inquietudes quedo ya rlkdo el camino real a los llenos, por pesar por medio de las tierras delos Indios alzados, con lo qual abrieron otro los religiosos, por las missiones del Pilar, y S. Juan, por donde aunque se daba algun id _rodeo, con segurad se entraba, y salle a los llanos; continuose asta que de el todo se perdie- ron aquellas dos inissiones, intenteronse las paces entre los indios alza- dos, y los españoles pero como es gentio sin cabeza, ni superior, aunque algunos venían en ellos, qQe eran los menos culpados en el Íebentemienfo, los otros no quisieron, quales eran los de Aragua, Cumiere, y Guarapiche, y muchos de los Caribes, Los quales se aliaron en todos Los lances arriba referidos, pero como son tan sagezes, a lo descubierto no se deciaban por enemigos asta entonces de los españoles i ni los españoles aunque enten- dian su cahilosidad, se osaban declarar de el todo contra ellos, por no en-

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