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El la fuerza deÁraya a racion, y sin sueldo, y e los demas a cada (no) du- cientos azotes, y destierro erpeíeo de esta Provincia en que su merced desde luego lo da por condenados, lo contrario haciendo; y solo se les permite el ir adonde los dichos PP. estuvieren, siendo a llevarles algunas cartas, o, limosnas de los fieles ectta. Le segunda ocasion que corrieron peligro los religiosos, fue el haber muerto vn capitan de los indios de la Poblacion, al quel mas de seys me- ses antes que caira enfermo, vn religioso por agasajo le dio vn poco de chocolate, diole despues de el dicho tiempo de la enfermedad de que mu- rio, ya Christieno, dieron los indios en persuadirse, que el cacao, o, cho- colate que le dio el religioso, le habla causado la enfermedad, y muerte, con lo quel se resolvieron en venganza a matar los religiosos, y todos ar- mados el día que enterraron el difunto; vinieron y cercaron la casa, salle- .1 ron los religiossos al ruido, y los reconocieron ten fieros que tuvieron por induvitable su muerte, y VrIO de ellos esforzado por el Señor, porilendose en medio de los indios, en boz alta les repreliendio su atrevimiento, y con ser as¡ que les ablaba en español. por que asta entonces no sebian La len- gua de los indios, les puso dios tal pabor, que no se airevieron a hazer el menor desacato a los religiosos, antes bien todos se fueron retirando a sus cases, y de, paso flecharon vn caballo de la mission que encontraron, con que se dieron por satisfechos, y vengados. Desde el principio de nuestra mission, asta el año de 69, se gozo de al- gana quietud en toda esta Provincia con todas las naciones de ella, las quales con el trato de los religfsos se domesticaron dmodo, que por donde quiere andaban lihrennte losespeñoles, trataban y contrataban', con los indios in el menor riesgo y as¡, Caribes como los demasnetu- mies, iban a las Ciudades de los españoles, abrieronse caminos pare lo- despartes, y para los llenos, de donde se ancado tan inumerables ba- cas, corambre y sebo de que se ha sustentadofoda esta Provincia, y les fuerzas de su Magd todo ediligencia de los religio8sos El año de 69, empezaron otra vez las guerras, e inquietudes de los in- dios, y la ocasion fue los malos tratamientos de algunos españoles menos atentos, que andaban por sus tierras quitandoles las Ániacas en que dor- mian, el algodon, y otras a!agilleis que ellos vaen, y aun llegendoles a dar de pelos, y pescozones, y aun algunos poco temerosos de dios violando- les las mugeres que irritados los miserables, y no pudiendo sufrir tantas injurias, se resolvieron a tomar otra vez las armes contra los españoles, y dieron en un ato de bacas que estaba en el sitio llamado Aragua cerca de el Rio Guarapiche; donde mitaron a la gente que cuydaha de el tal ato, y de al!! se encaminaron a los llanos, donde mataron a los bequemos que pudieron, y entre todos los españoles difuntos fueron onze.=No satisfe- chos con esso pareciendoles que e] trato de los españoles, les había veni-