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90 casas de indios apartadas vnas de otras, como ellos suelen vivir, fueroflv sentidos de ellos, y luego se les llegaron mnchissimos, y_todos armados, yde guerra; enfendio el religioso, y los que le acompañaban, que alli les arian pedazos; vno en particular (me dijo el tal religioso,) que estando el sentado sobre vna piedra, vino con vn espadin desnudo, y alzado, y le dio vne vuelta en redondo; y el pobre religioso entendiendo, que de camino le heebaba la cabeza al suelo, no hizo mas que encoger los hombros, cerrar los ojos, y pidir a dios su asistencia, y juntamente esperar el golpe que te- nia por cierto; al fin todo quanto velan eran amenazas de muerte, pero quiso nro. Sor. librarlos por entonces; y llegandose vncapitan principal de ellos llamado Carrera, les ablo y dijo que no pasaran de alli; porque haciendo lo contrario, les envistirian mas indios que arenas, y sin reme- dio los matarian, con esto se ausentaron los indios, retirandose a sus ca sas; y el religioso y sus compañeros, se quedaron aquella noche en aque- lla soledad, recelando cada instante no volvieran los indios a matarlos; los pobres españoles que acompañaban al religioso, toda la noche pasa- ron llorando a sus mageres, e hijos, pareciendoles no los verian mas, viendo eto el religioso se volvio a donde dejo a sus compañeros, en don- de todos pidian al cielo les diesse acierto en el cumplimiento de su minis- terio. Viendo malograda la diligencia antecedente, por el camino que se in- tento, otro religiosso cogio por otro rumbo, acompañado solo de algunos indios lengoarazes,,_y criados entre los españoles, andubo por tierras, incognitas, y frag'iImas de indios barbaros mas de quinze dias, procu- raba de el mejor modo que podia agasajar a todos, viose sin embargo di- versas veces en grande peligro deperder la vida a las manos de esto' gentiles; en particular vna ocasion que de echo quisieron flechar al re[¡ gloso, estando ya lbs indios ienrristrando y enarbolando las flechas par dispararselas,y sin saber ellos como se allaron como sin fuerzas, de qu ellos admirados, desistieron de su intento, y dieron lugar para que el re ligioso se pudiera retirar, a donde estaban los demas religiosos, dli fo. dos insistian continuamente en pedir a nro. Sor, ablandara los corazone destos fieros indomitos, .y les ilustrara con raio de la luz de que tan o necesitaban, oyo Piadoso SFios clamores de sus caritatibos sier- bos y quando mas desconfiados a lo humano de el remedio, se les ofre- cio el cielo como le deseaban; movio pues Dios nro. Sor. el corazon de algunos de estos barbaros, para que ellos de su motibo fueran en busca de los religiosos; llegaron a la Ciudad de Cumanacoa los tales de paz; mas mansos que vnos corderos, y mas con susmisiones que con palabras, se ofrecieron a quanto de ellos quisieran disponer los miasionarios; cari fosos los llamaron, y. con affecto entrañable les combidaron con sus he' rras, casas, y quanto tenian, el regozijo de los pobres de Christo ene