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Zi solos 16 vecinos, por estar mas proximo a los indios de guerra, se vinie- ron los rnissionarios, aqui tuvieron noticia de que era grandissinia la co- . pia de indios que estaban por toda la Provincia aunque todos mas brabos que vnas fieras, y sin querer dar los paces a los españoles, intentaron varios medios-los religiosos para introducirse con ellos, al principio le parecio facil, por haber salido vn capitan de nombre entre ellos y haberles facilitado con su asistencia la entrada, y corno alfa! les ponderase la gran- de multitud de indios que había, parecioles a los religiosos ser pocos cin- co, para tanta mies, y as¡ pidieron a su Magd. mandara mas religiosos a estas portes, porque se esperaba grande fruto para el cielo. Su magestad, luego mando venir 6 religiosos de la Provincia de Andalucia, en el entre- tonto que se escríbio u españa, para que vinieran estos 6 religiosos, los cinco que estaban ya eco, estaban continuando en las diligencias de en- trar a los indios, y viendo que esto se iba dilatando, por las dificultades que cada dio se ofreia ,parciidoÍe prdin Lt e iii po, trataron algo-' nos de ellos de hacer míssiones entre los españoles pasar ar on a Cacas, y ue tan aplaudido el fruto que alli se hizo en personas de todos estados, que nadie habla que no les jizgara por varones venidos de el cielo para remedio de las almas, en este particular no quiero dilatarme, pues tengo oydas cosas a lo españoles de por oca, tan raras que aunque las tengo por verdaderas, otros las imaginaran ponderaciones, solo digo que como era tanta la aceptacion de los Capuchinos en aquella Provincia de Cara- cas escrivieron a españa pidiendolos para al¡¡, y fueron tan encarecidas lacars ai Mgesd que mando vinieren 16s 6 religiosos Andaluces que diga arriba, para la Provincia de Cai'acas. Llegados que'fuerbn losseys religiosos cIa la Andalucía a Caracas, fue dios saruido de eubiar vna peste tau contagiosa que murio muchissi- lila gente; dedicaronse luego ocho religiosos al servicio, y asistencia de los apestados, los quatro tornaron a su cuenta el ospital, y los otros qua- tro toda la Ciudad, discuriendo, de vnas partes en otras a todos oras, en la asistencia de los contagiados, y con ser as¡ que (corno dige ?rriba, murio muchisirna gente, quiso nro. Sor. que a ninguno de los religiosos le doliera la cabezo, en todo el tiempo que duro el contagio. CÁI)(TULO IX. QUE TRATA DE OTRAS NUEVAS y MUY TEMIBLES DIFICULTADES QUE SE ORIGINA- RON CONTRA LA MISIÓN, EN SANTIAGO DE LEÓN, DE CARACAS; Y DEL RENACI- MIENTO DE LAS MAYORES PROEZAS Y NVEVOS BRIOS ENTRE LOS MISIONEROS, Corno era Ion vnibersal el fruto espiritual que por medio de la predica- de los missionarios se hacia llego tambien a la noticia de los indios

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