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84 cuidadosos de ello, y mas en encaminar almaspara el cielo, los trabajos que estos pobres de Christo padecian, erangrandes pues dejado el que te- nian aprender la lengua de aquellos barbaros que solo quien lo experi- nia lo puede ponderar, se su sien tentaban de lo que personalmente traba- jaban, sembraban algon maiz, o, trigo de las indias, para tener un_ poco _de an7aiias legumbres yoitalizas que no se dilataban mas sus re- galos, de tal calidad que quantos miraban su austeridad de vida, la admi- raban por no imitable; tan olbidados estaban de todo regalo que con ser por estas tierras tan común el chocolate, a un religioso le sucedio el caso siguiente, una persona debota le presento dos, o tres bollitos, y el religioso muy contento, le perecio tener con ellos un famoso dia, hizo un gran plato de sopas de cazabe, y hechó lodos los bollos de el cacao en una olla de agua, sazonalo primero con un poco de sal, y sin cosa alguna de dulce, fuelo rebolbiendo en la olla, asta que se puso espeso corno vna almendra- da, o mazamorra, y de quando en quando con una cuchara miraba su gui- sado, y quento mes lo mirela, mes se le abibaba el apetito pereciendole bien, escudillo sus sopas, y le parecian mejor, aora,decia, con estas sopas sacare la barriga de mal año, que hay no pobre que no tenga buen dia, empezo!as u comer, y ellas estaban tan malas, y tan desabridas, que aun- que le sobraba la ernhi'e, le faltaba el gusto de poderlas comer; y como forzado de la necesidad cotniese algunos bocados, despues lo pago de con- tado con vna terrible colica; de aquí se puede colegir lo poco que cuyda~ han de las cornodadides de el cuerpoen estos exercicios se ocupaban los missionarios, quando sin saberlo ellos, algunas personas mal intenciona- das,_singularmerte vn ifriisJro Real a quienel venerable Fr. Francisco de Panplona, llebado de su_espiritu fervoroso, le advirtioalgunas cosas dT nas de toda reprehension. Los tales pues dieron en decir que _no_podian estar aca losCapuchinos, que estaban sin orden_expresa _d el_consejo que vivian bagabundos, yperdiendo tiempo, y otras semejantes cosu por aca son muy ordinarias en personas poco temerosas de dios, busca-' Pon testigos para apoier sus maldades, y vno de ellos depuso que al Fr. Francisco de Pamplona le havia visto abrazado con una muger, replicaronle algunos que mirare lo que decia, y el se ratifico, llebando la mano a los ojos, y diciendo, con estos ojos lo he visto; pero no quiso el cielo que tan grande maldad quedara sin castigo, pues al punto el que lo dijo a vista de todos quedo totalmente ziego y a poco tiempo _vino a morir arto =dieron pues vn informe de esta calidad al Rey nro. Sr. Felipo cjuarto, por cuia causa despacho un decreto para que se retiraran los tres religiosos_a españa, _r)bedecieronle,_al punto, dejaron sus dos o- blacknes de indios con mas dolor de el que se puede_ponderar, ver que, aquellas nuebas plantes en la viña de la iglesia, quedaban desarnparadas sin tenerquien les diera el riego espiritual de que en tan tierna edad nc