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54 dad; preguntándoles: Qué quien avfa hecho el Cielo, y la tierra? resp dían que no lo sabían (y esto despues de haberlo pensado mucho), y no lo podían afirmar, que avía macho tiempo que estavan hechos; jaz han, que todo lo visible avía aparecido, y por esta causa no reconoci ni adoraban Deidad alguna verdadera, ni falsa Del demonio tenían alguna noticia obscura, y le temían, juzgandoq era alguna cosa muy poderosa, que los podía oprimir con muertes y e fermedades; y esto procede porque en estas Naciones ay algunos ho bres, que tienen comunicacion con el demonio, que les enseña las virtud de algunas yervas, y plantas; y permitiéndolo el Altísimo les descubre gunas cosas ocultas: y por medio de estos sujetos que ellos llaman p ches, sembravan muchos errores, antes de nuestra entrada, eran muy timados, y les tributavan grande veneracion, porque usavan el Arte de Medicina, (que se puede y debe llamar ignorancia la que usan). Antes q el demonio los admita a su coniunicacion les hace ayunar sesenta dias con grandísimo rigor. Estos hombres se oponen grandemente contra los ministros del Evangelio, porque predican contra ellos, y sus errores; ellos fueron causa, y impedimento para no poder entrar en aquella tierra en don- de ahora esta la Mission.: ellos impiden el hazer mucho fruto, y el que esta hecho lo deshazen, con su astucia, y enredos; pero de tan astutos y enga- ñadores hombres (a Dios las gracias) quedan ya convertidos a nuestra Santa Fé quatro, Las Cabezas, o príncipes de estas Naciones, y los ministros referidos del demonio se casaban a su modo con muchas mujeres de la pleve; mu- chos tenian dos, y algunos no más que una; y coriiunmente hablando, aun- que diesen causa no la repudiavan; para las bodas era menester el consen- timiento de muchos, y lo declaravan por raros modos, y con señales ridi- culas. Las mujeres eran obligadas a ayunar quarenta, o cinquenta dias, con grandísimo rigor para poderse casar; y para ser fecundas, y tener hi- jos, juzgaban por forzoso el ayuno; pero enseña la experiencia, que en ellas para este fin no es necessario: Y por esta causa, y usar de muchas mugeres, no los pudiera sustentar la tierra, ni cupieran en ella; pero con los contagios presentes se minoran ms que mucho; y cuando entramos la primera vez a explorar aquella tierra, la inclinacion,y animo (sic) se halla- ron, antes que nos dejaran vivir en su tierra, ayer muerto con la gente in- numerable gentío, en tanto grado, que de cien personas, apenas quedó una. Los difuntos los enterravan los parientes en sus mismas casas, cele- brando el entierro llorando, y dando grandes voces los parientes del di- funto: los amigos cantan los hechos mayores del muerto, por aniversario abren las sepultaras, y queman los huesos haciendo grandes cornbites, y diversidad de bebidas. y el fin suele sr una confflsion. Quando muere al

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