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• 29 das a la letra, dizen así; Eos que Capucemos, qui dictis Pr&a fis obediren ('sdiicet Ministro General¡, el ceteris) secundumn dicÍEe Sedis determina/lo- acm, eoriimn Pegula, el prEecipue in ea parte vbi aif 'prcipio firmiter Fra ti/bus vni ver.s/s, nl obediani suis Minisíris) plené, el integre satisfaceq'e authoritale Apostolica, el excerla nos/ra scienlia, declai'amnus el decerni- laus. De las quales palabras se sigue, por legítima consequencia, que es iana la pretension de los que dizen, que los Capuchinos estan dispensa- dos, en este articulo de la Regla; pues el Papa declara, y no dispense; De - claramnus el decernimnus, dize y no Dispensamus, que los Capuchinos sa- tisfacen plena, y enteramente con el rigor de su Regia, estando sujetos a su General, y denlas Prelados suyos, y obedeciéndoles. - CAPÍTULO VIII EN DONDE SE CONCLUYE EL RAZONAMIENTO Y SE DICE LA URGENCIA DE RE- SOLVER FAVORABLEMENTE ESTE ASUNTO A curo EFECTO AÑÁDENSE LAS ÚLTIMAS PRUEBAS. 1 De todo lo cual se colige, quan sin fundamento se pretende, que por no ser los capuchinos, como dezía la objecion, hijos legítimos del glorioso »San Francisco; no serán a propósito para el ministrio Apostólico, de la, conversion, reduccion, y instruccion de los Indios, pues lo son por nunca interrumpida línea, y sus indubitados,y verdadero sucessores. Señor, todo esto, y todo lo contenido en este memorial, no lo repre- senta el suplicante a y, Mag. para impedir que passen los Padres Obser- uantes a la Mission, que ha ofrecido su Comisario general; antes suplica a V. Mag. que le obligue a curiplir_lo que ha prometido (aunque tie su ser- ¿jzelo, y Christiendad se promete, que no será menester apremio pare ello) sino pare que se sirva ordenar, que bueluan los _Capuchinos _a pro- seguir la_conversion, y instrucción de aquellasalmas, que dexaron sin re- medio: y el ir los Padres Observantes, no será de esforvo, porque"-Cá—m—le-s- es muy gride,y los Robreros muy pocos, y pueden los dichos padres es- coger otra, o otras naciones, de las muchas que ay de Indios, en aquelia misma Provincia, que por ser tan dilatada, avía_menester _gran_número de Ministros Evangélicos; y assi los dichos Padres observantes, como los Capuchinos qne pueden passar, son muy pocos. Esto suplica a V. Mages- tad postrado a sus Reales pies, deseando vivamente la salvación de tantas etnias, que se pierden, y el logro de la sangre de Christo, y de su Santíssi- inc Pasión, y para este fin, pone delante de los ojos de V, Mag. la precisa obligación, a piedad, la conueniencia de estado, y intereses de su Real Ha-

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