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wc CAPITULO VI. PROSIGUE EL MISMO ASUNTO. Lo septimo, porque auiendo mas de ochenta años, que estan descubiei tos los Curnanagotos, y teniendo Conuentos tan cerca, como dicho es, lo Padres Observantes flO han tratado de su conuersion, porque siempre h tenido dictamen, que esta materia es intratable, por las muchas dificultad que en ella ocurren, y por los trabajos grandes que auian de padecer 1 Ministros Euangelicos, que hasta oy han juzgado por insuperables, y it es aproposifo para executar vua empresa, (como lo enseñan lodos lo Políticos,) quien la contradixo, ó no tuvo dictamen della, ó la juzgó pó muy dificultosa; porque ni se aplicara a conseguirla como conviene, iii S le dará mucho, que se yerre, ó que se pierda; y en esta conforniida aviendo David mandado alistar toda la gente de guerra de su Reyno, co tra el parecer, y dictamen de loab, y cometidole al mismo loab la exec cion, como consta del capitulo 21. del libro primero del Paralypomenon dize al¡¡ e! Texto, que no execitó punli:ialmente este orden del Rey, y de de alistar toda la gente de los Tribus de Leni, y Benjamín; y auiendo alis- tado vn millon, y cien mil hombres, solo le llevó á David en la lista ochen- ta mil hombres de guerra, como consta del capitulo 21. del libro segundo de los Reyes, y d6 la razon el dicho Texto del Paralypomenon, diziendo, que lo hizo, porque la accion no era de su dictamen, ni voluntad: Nain Le- iii, el Denjarnin non nwnei'a vil: eo quod loab in vi/as, exeqileretili Regís iinperiuni. Y el que se ofrecio 6 emprehender la accion, la aconsejó, ó juz- gó por superable SU dificultad; será mejor executor, porque tiene empeñado su reputacion en el acierto, y no le espantan sus dificultades, o trabajos, como en esta de la conversion de los Cumanagotos, se ha verificado en los Capuchinos, que la han juzgado por posible, y de hecho mediante la divina gracia, han vencido sus dificultades, y hecho tan considerables progressos; y aunque los Padres Observantes oy se ofrecen a ella, no es porque ayan tenido esse dictamen, sino por estorvar que la executen los Capuchinos. Lo octavo, porque auiendo entrado los Capuchinos en aquella tierra a la conuersion destos infieles, y auiendo conseguido tan buenos efectos, y, tan considerables en el seruicio de Dios y de V. Mag. no parece que ay causa suficiente para hazerlos retirar, porque las que ha dado el Padre Comissario General de Indias, y han movido su Real animo, y de su Con- sejo de las indias, son totalmente inconstantes, y inciertas (como luego se

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