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18 para lo qual es necessrio cultivarlas con el sudor de su rostro, y con 1 hazada en la mano: trabajo que pide vnos hombres de azero, o de diamm te, corno hizo Dios al Profeta Ezequiel: VI adamanfini, el vI siliceni d difaciem Íuam, y no es verosirnil, que cosas tan violentas a la naturalez duren mocho, porque Ni! violenlum dieturnum, y assi se puede temer co mucho fundamento, que teniendo Conventos como tienen en las Ciudades de aquellas costas, se bolveran, ó irán a la querencia, y dexaren los In- dios, como lo han hecho otros muchos, y si para vencer esta dificultad, fornan, o reciben de los mismos Indios, en esse punto se pueden despedir' de la Mission, porque sienten tanto, ¿Ile les obliguen a dar de sus cosas que cobran aborrecimiento grande a quien se las quita, o pide, y perdida' la afeccion al Ministro Evangélico; no hay que espera!' delios cosa buen y los Capuchinos (como consta de los informes de los Gonernadores estavan hechos a passar esta vida rigurosa, sin auer querido aceptar co alguna de los Indios; antes bien socorrian de contfnuo a muchos pobre y necesitados, con los frutos de las hüertas que cultioan con su trabajo,. corno no tienen conuentos en aquellas partes, nO hay que temer, que req didos al trabajo se acojan a ellos. Lo quinto, porque aunque el dicho Padre Coniissario General de India de los Padres Observantes, aya prometido de embiar Religiosos a es Mision, y lo cumpla, con todo esso se quedaran sin remedio los pobr, Indios Cunianagotos, porque las Missiones que se componen de Reilgi' sos Obseruantes, que passan a las Indias, con título de Misslonarios, so passan a SOS Conuentos que tienen en las Ciudades de Españoles, sin q' ayan podido tratar muchos años ha, de nueva conversion de Indios aquella Provincia, y Gouiernos, aunque ay muchos dociles, tratables, pacíficos, que tienen gran disposicion para recivir la Fd, y que están muy cercanos a las Ciudades, donde tienen Conuentos los dichos Padres Ob- servantes, corno se vé en Cumana, Guayana, Caracas, el Rio de Lacha, Santa Marta, y otras que cerca dellas ay millares de Indios, que se estan en su gentilidad; aúiendo tantos años que estan descubiertos, y tratados fa- miliarmente de los Españoles, porque los dichos Padres han tenido harto que hazer, en assistir á la adminisfracion en las dichas Ciudades, cuya ocupacion es tan grande, y forçosa, que no han podido tratar de la con- v,ersion de los infieles desías Prouincias: auiendo solo de los Indios Gua- ysmonteses, que confinan con el Gouierno de Caracas mas de trescientos mil, a los quales jamas se les ha dicho que ay Dios, ni Fd de Jesuchristo, y que viuen' en su lantiguo barbarismo: de este nial logro de las almas, hablando en coman de todas las Religiones, trata D. Juan de Solorçano en su Política lib. 4, cap. 26, fol. 734, desde el s. pasando a tratar, hasta el fin de la segunda columna, y se querella sentid issimamente del port% que suelen tener los Religiosos que passan a las Indias, a las Mission

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