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M Mag. tantas vezes introduzidas en aquella Pronincia por sus UoaeIfl res, para sujetar, y reduzir d poblaciones a esta gente, lo pudieron e guir por el amor de la Relig ion, y de nuestra Santa F Catolica f hombres descalços, desarmados, pobres, vidos de vn saco, y destitti de todas las cosas de la tierra; influyendo _con- el espíritu de i5Ts ii ---------- .__------ su Santa Ley, juntamente tanto amor a V. Mag. en aquellos barbaros teniaj su mayor gloria temporal, ser sus vasallos, y soldados'. alabauan, y preciaüail de estar promptos con sus armas, y personas, defender las tierras de V. Mag. de la infestacion de los enemigos- Corona, particularmente de los Olandeses, a quien en otro tiempo- - jauan, y adniitian con aplauso; as¡ en sus casas, como en dejar libre cargar sus navios de sal, y por el odio que estos natarales tenian a Españoles, de los quales avian derramado antes mucha sangre en di ver- sas ocasiones, obrando al presente con tanta fineza en el seruicio de V¿ que el año de cincuenta y uno, llegando vna vrca Olandesa a aq costa, recelosos el suplicante, y sus compañeros, de que los enerni saltasen a tierra, animaron a los Indios, con razones eficazes, y en mea de tres horas, baxarori a la marina muchos Indios armados con sus StCOk y millares de flechas, con sus Capitanes, y caxas de guerra, y en segMkl miento de ¡a dicha vrca, que iba cerca de tierra, encaminandoSe pareI rio de la Nueva Barcelona, caminaron los Indios nueve leguas aqell noche, y llegando a la dicha Ciudad antes de amanecer, como enfraOa tocando sus caxas, y puestos en orden militar, se conturbaron 105 vezinos de la Ciudad, creyendo que era el enemigo; mas visto que eraa los Indios, luaieron mucho contento de ver su animo, valor, y resoluclon de pelear, si fuera necessario; regalaronles todo aquel dia, y quedarop 5 Indios en la Ciudad por algunos dias, para descargo de la vrca, deqqç hizo presa por llegar necesitada de agua a la boca del i'io, por el subieron los dichos Indios en Piraguas, remando contra la - por que contenia la dicha vrca. Y con la doctrina, y familiaridad de los C chinos, estuvieron todo aquel tiempo que los doctrinaron, tan paçifio afectos a los Españoles; que con gran beneficio de las Ciudades de a, ¡las costas, iban tropas de ellos a las mismas Ciudades, a seruir a vezinos dellas, en hacerles sus labrariças, edificar casas, sacar las perla los tiempos de las rancherias, lleuar Piraguas a diversas partes, cog.e 1 conduzir la gran cantidad de ganado mayor de aquellos estendidos l)anQ y sobre todo estuvo tan seguro el paso, por las tierras de los Indios,: la Prouincia de Caracas, que dista cien leguas, que pasaban cal los Españoles por ellas,con tanta seguridad, como si fueran por l yas; estando en otros tiemposanteS, tan cerrado, que no podian por.I -- comunicarSe los Españoles de aquellas ProuinciaS, y Goviernos; dei - qual se colige la mucha conveniencia, que V. Mag. y sus vasallos tí