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11 CAPITULO IV. Pposioua EL MISMO ASUNTO ACERCA DE LOS GRANDES DEBERES DEL EJE- curivo NACIONAL EN LA GOBERNACIÓ4 DE VENEZUELA. Y aunque es verdad, que el principal motiuo, que ha de obligar a V. Mag. y a sus Ministros, a conceder est. Mission, y a tratar vinamenfe de la conuersion de los dichos Indios Cumanagotos; es la precisa obliga- cion que tienen de mirar por aquellas almas, y de cuydar de su remedio, y instruccion. Pero pueden ayudar mucho a lo mismo las conuenencias tem- porales, y de estado, que a V. Mag. se le siguen de la dicha conuersion: porque las dichas Provincias de los Cumanagotos, y de otras sus vezi- nas, en las quales ay Indios rebeldes, y velicosos, caen en medio de las Gouernaciones de Cumana, la Margarita, Guayana y Caracas, y pueblan de largo mas de cien leguas, y de ancho setenta mas, o menos, y son tie- rras, que muchas vezes han sido ocupadas del Olands, de donde fue desalojado dos vezas, en tiempo del Gouernador Benito Arias Montano, y otras dos siendo Gouernador Don Juan Orpin, a quien señaló la Real Au- diencia de Santo Domingo, para la conquista de los Cumanagotos, y da- mas Provincias, que tantos daños causaran, confinuandolos siempre en todas aquellas costas, y Gouernaciories, con menoscabo, y muerte de muchos Españoles, y naturales Christianos, y gran consumo de la Real hazienda, y de la de los vassallos de V. Mag. COWO largamente tienen informado la Real Audiencia de Santo Domingo, y los Gouernadores de aquellas partes; y lo mucho que importa al servicio de Dios, y de V. Mag. la reduccion, y conquista de los dichos Cumanagotos, y demas naciones enemigas, no solo por el comun, y vniversal daño de todas aquellas go- uernaciones, y interesses grandes, que se siguen de su pacificacion, sino tambien para que no se logreel intento tan repetido, y continuado del Olandds, y de otros enemigos de la Corona de Castilla, y tan favorecido délos Indios de aquellas costas, por la enemiga al Español, y trato, y co- mercio con el mismo Olandes, que si se apodero destas tierras; fuera de ser la total ruina de la quatro governaciones, y de la fuerça de Áraya quedando del todo impedido, y embaraçado el comercio de Ja costa de Tierra Firme, por donde se lleva el situado todos los años, sera muy difi- cil desaloxarlo della, assi por el favor que le daran los Cumanagotos, y otras Provincias, como el que pueden tener breuemente de las Islas de 3. Christoval, la Barbada, San Vicente, Santa Lucia, Matalinon, la Gra- nada, el Tabaco, y otras muchas que esfan pobladas, y llenas de enemigos Franceses, Olandeses, y Ingleses, y que las mas dallas distan poco de la costa de Tierra Firme. Otro no menor daño se puede seguir, pol)Ianose y forflficandose el