BCCCAP00000000000000000000509

3 úar, que todos hizieron junta, en que resotuieron, pedir al suplicante, y demos Religiosos Capuchinos, que entrassen em tratar de la conversion, e instruccion de los dichos Indios Cumnanagofos, Piritus, y Palenques, como cosa que juzgaron, era importantísima al seruicio de Dios, y de V. Mag. y resuelta la entrada: Fr. Francisco de Pamplona (1), que en el siglo se llamaua D. Tiburcio de Redin, y era vilo -de los Missionarios por orden del suplicante dio de nueuo noticia de todo a V. Mag, paro que se siruiesse de tenerlo por bien. Y auiendo llegado al puerto de los indios Piritus, los recibieron con grande agasajo, y los lleuaron a las casas de los Indios mas principales, y luego fabricaron los naturales VNA IGLESIA, con título de la Purissima Concepción de Nuestra 3eñora (2), y en breue tiempo OTRA, en la tierra de los Indios Cochismas, de la advocacion de S. 5alvador,' a las quales en breve espacio de tiempo se agregaron muchos Indios de los que estauon esparcidos poí' los montes, yse hízieron DOS POBLACIONES numerosas; en las quales, reduzido,s aquellos barbaros á política Cliristiana, fueron ins- truidos de los Religiosos, en los Misterios de nuestra santa Fé, y preceptos de la Ley de Dios, y se bautizaron muchos adultos, y mas de ducientos niños, que no alijan llegado a la edad de discrecion, y de vnos, y de otros av/ti falle/los aoi'a, que no solo sabían ayudar a Missa, y la doctrina C'Iii'is llana, en su lengua, y en la Española, sino que auian aprendido leer, porque cada día eran ¡narauillosos los pro gressos, que se haz/aa en aquellas almas, y de grande edificacion, el ver Su asaistencia al culto, y Oficios Divinos, y las nuevas conuers/ones, de los que hasta entonces no auian conocido á Dios. Para lo qual ayudaua grandemente el amor, que los naturales, auian cobrado e los Religiosos: grangeondolo ellos, con comer del trabajo de sus manos, culivando dos huertas, que avian hecho junto a las Iglesias y casas en que vivian, y sOstentandose con suma po- breza, y con el sudor de sus rostros, de los frutos delIos, sin ayer jamas wdido, ni aceptado, siquiera vna gallina, de las muchas de que abunda aquella tierra; y que los indios les ofrecían liberalmente, ni otra cosa se- mejante; antes bien dando/es y socorriendo/es en sus necessidades, de los dichos frutos de sus huertas, assistiendo les, y curando/es en sus enferme- dades, y trabajos, y defendiéndolos, y amparando/os de las violencias, y hurtos, que de continuo les haz en algunos Españoles de pocas obligacio nes; viuiendo con gran recato, modestia, circunspeccion, y retiro en el (i) Fray Francisco de Pamplona, lego capuchino, en el siglo Don Tiburcio de Re- din, era descendiente de los Reyes de Navarra, y fué Maestre de Campo y General de la armada de Barlovento; después de su profesión religiosa los Superiores le encargaron os negocios de las Misiones de América. El Pontífice Inocencio X, cuando supo las excelentes prendas del fimoso lego, le distinguió soberanamente y le ofreció la sagra- da púrpura que renunció según asegura Anguiano, Ibid. '['orn. XVI. folio 6i6 y 67. (2) En niruu.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz