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1 56* el de Chacopatas y el de la Purísima Concepción de Píritu cuyos. pueblos y por cuyos trabajos entraron sus hermanos Padres franciscanos de la Observancia, y fueron el principi' la base de las misiones de Barcelona, en Nueva Cataluña, du territorio, lo mismo que el de Cumaná, dió más tarde noml: gloriosos a la República; pero es curioso y significativo eL cómo calla ladinamente el porqué de la acusación y del lla' miento a cuentas, como él dice, por la Corte: si no gustaba los conquistadores la misión; si fué por mayor libertad, o celo del orden público, etc.; y se olvidó decir que nada de pál ticular encontró el Consejo de Indias, y que al contrario gobierno mandó de nuevo siete capuchinos más, en vez de 11, pocos que eran antes (i); pero no se olvidó de añadir a rengl seguido: mas otros religiosos los repararon fácilmente y au los extendieron en aquellas provincias y en todas las demás d Costa-firme»; luego no se inutilizaron aquellos trabajos, segú él mismo confiesa (2).—«Fueron, dice, además Padres Capi chinos aragoneses los que trabajaron en la misión de Guayan aunque por desgracia, con menos buen éxito que en Cuma sus hermanos» (a). Contestación: Se equivoca el clásico, pues no fueron k capuchinos aragoneses los que trabajaron en la misión de ,l Guayana, sino que fueron capuchinos españoles de Cataluñ precisamente, los que trabajaron con tan buen éxito en Curn (i) Creemos que Baralt no tuvo a mano el famoso Archivo de Indias, y rece que no conoció los Documentos que publicamos en estas Relaciones, (a) Esta misión fué suprimida por un Real Decreto, y los misioneros terminaron reclamar contra la supresión injusta de la misión. Es de notar el Consejo de Indias yo! Rey mudaron de parecer, de acuerdo con el Nuncio Su Santidad (1657). En la Vida del V, Padre C'aravantes (Ed. Madrid i698, ho 170), se lee: >Que por haber pasado los primeros misioneros (160), de la] de Granada a la de Margarita y a Cumaná, les hicieron cargo en Madrid a: el Tribunal del Sr. Nuncio, de que estaban sin las debidas licencias: éste ord que bajo la pena de excomunión mayor, latee sententia, volviesen a Espaóa suposicíón de que no tuviesen sus papeles en regla: los Religiosos optaron i mandar al V. Caravantes a Espafía con la documentación y además con los d pachos del Consejo de Indias, y viéndolos el Nuncio 'quedó escandalizado y a entender que quería castigar severamente a los calumniadores, para es( miento de otros'; pero el V. Padre solicitó el perdón de los culpados'. Sería teresante conocer si en la Nunciatura de Madrid se encuentra algún docume referente a este asunto tan digno de estudio (1656-1657). El V. volvió a Ro en 1666, según parece. (3) Id, fol. 260.

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