BCCCAP00000000000000000000509

127* giol, por parte de los holandeses, ingleses y franceses, los cuales, como si fueran enemigos naturales y constantes de la raza española, cometieron increíbles desafueros y felonías con- tra el progreso y la civilización y cultura en estos países y contra nuestros antepasados, quienes luchaban con toda clase de difi- cultades, y parece que se complacían en ponerles inconvenien- tes y obstáculos de todo género. Finalmente, una de las cosas en que más se distinguía la administración y el gobierno de los misioneros era en la subordinación completa de la fuerza mate- rial a la fuerza moral, de tal modo, que en todos los casos la subordinaban cuanto era posible a la fuerza de la razón y a los deberes de la recta conciencia, y dirigiéndose siempre por el amor de la verdad, de la honestidad y de la justicia, se oponían a la reacción maléfica de las pasiones, consultando el estado de cada pueblo o misión para solucionar las dificultades que se presentaban. Sin poder ofrecer al lector por ahora mejores datos, pase- mos a investigar el modo de proceder los misioneros en la admi nistración y gobierno de sus misiones con el gobierno español, con el de las provincias limítrofes y con las tribus sal- vajes que aún no estaban incorporadas a los pueblos ni a la civilización cristiana, lo que procuraremos esclarecer cuanto podamos en el capítulo siguiente.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz