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1 26 1 ` misioneros se interesaban por que las autoridades in llegasen al conocimiento exacto del hecho externo y suyo, a fin de conocer la acción en concreto, su natura' circunstancias libremente manifestadas por las partes, pá tar ilusiones y errores; lo confrontaban con la ordenanzas., tunibres, aplicaban el recto criterio del juez para el caso, y' fin se pronunciaba la sentencia que restauraba el desequili. moral. Esto decimos en cuanto se relacionaban los casos: los asuntos civiles. Cuanto a los asuntos criminales hemos: contrado el gran cuidado que puso el prefecto de las misiø' de Cumaná en prohibir a uno de los misioneros que se mez se en la acusación de un delito penado con la última pena Por lo que se refiere a los obstáculos materiales qu&' oponían al bien público, los misioneros hacían diferenciad dificultades que sobrevenían entre unos y otros individuo, que pudiéramos llamar civiles, de las sediciones que pudier ocurrir para atajarlas con la fuerza pública, la que en mayor menor escala siempre estaba en guardia para ayudar a li pueblos de las misiones y también por causa del peligro qi muy a la contínua les amenazaba por las incursiones de los en migos caribes, quienes se lanzaban contra los nuevos puebla para destruir, robar y matar. Para estos casos difíciles contah los misioneros primeramente con las tropas que les cedía pagaba el gobierno español; con los españoles que vivían las villas, y otros, aunque escasos, en algunos de los puebi de las misiones con permiso de los misioneros, y finalmen con los mismos indios afectos al orden y a la paz y sosiego p blico. Cuando el ataque era de los caribes, españoles e in genas se alistaban para defender los intereses comunes, encontramos que convencidos los misioneros de la fiereza md mita y mala fe de esa raza, construyeron fortalezas para defe der los pueblos de las misiones de sus incursiones violenta en efecto, más de una vez tuvieron necesidad de defender 1 poblaciones de sus ataques, y otras, tuvieron que llorar y dispersos los indios y quemadas las casas y destrozados los e seres: esto mismo tuvieron que sufrir a la vez ¡valga el proi (i) Archiv, Nac. de Venezuela. Año 1799.

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